1. El síndrome del oso panda (3)


    Fecha: 13/05/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Vero_y_Dany, Fuente: xHamster

    ... colchón, arrodillándome entre sus muslos. La tomé por las nalgas y tiré de ella en mi dirección. Su sexo quedó a centímetros de mi dureza. Me incliné ligeramente hacia adelante, y la penetré. No poco a poco como antes, sino de un solo envión. De sus labios brotó un gemido excitado, y arqueó el cuerpo.Comencé a embestirla rápidamente; Helga se dobló por la cintura, y se aferró a mis cabellos. Dolía como el demonio, pero no me importó. Mis manos agarraron sus glúteos, amasándolos entre mis dedos.Había quedado sentada sobre mis muslos, contorsionándose, en el paroxismo de su placer. Sus brazos se cerraron en torno a mi cuello, y comenzó a besarme espasmódicamente, mordiéndome los labios, mientras su boca pugnaba por aspirar el aire que le faltaba.Se derrumbó sobre el lecho, gimiendo acompasadamente. Me dejé caer sobre ella, y cerré mis brazos en un estrecho abrazo en torno a su espalda. Ella cruzó las piernas alrededor de mi cintura, y se aferró a mis nalgas. Mantuve la siguiente penetración como si pretendiera traspasarla.—¡Ay, Dany! ¡Por Dios! ¡Sigue, no te pares! ¡Me estoyyyy corriendooooo!Bastaron cuatro o cinco penetraciones más para que mi erección pulsara dentro de ella, proporcionándome un inmenso placer, mientras Helga sollozaba y gemía entre mis brazos, entregada a las convulsiones de su orgasmo.Solo cuando me quedé solo, encajaron un par de piezas en mi cerebro: ¡Helga! ¿No se llamaba así la mujer del fotógrafo con el que Vero había tenido una aventura? Pero no, debía tratarse de una coincidencia. Me acosté.«¿Cómo le cuento esto a Vero? No, no puedo contárselo, imposible. Menos aún, porque esta vez se trata de una amiga suya —pensé, mientras el sueño comenzaba a invadirme»
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