Paola Cap I. Infiel por Venganza
Fecha: 31/07/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: dantestr, Fuente: RelatosEróticos
... pícaramente en el cuello. Luego entró en el baño para hacerse el nudo de la corbata. Su respuesta no dejó conforme a Paola. ―Hablando en serio, ¿no te molesta que me miren? —le preguntó desde el dormitorio. ―Eres tan bella que eres mi mujer —respondió Juan Carlos, con su habitual suficiencia—. Lo único que pueden hacer los demás es mirarte. Y mientras más te miran, peor para ellos —se asomó desde el baño y la miró―. Porque eres sólo mía, y siempre lo serás. De nadie más. ―No deberías ser tan confiado, cariño ―replicó Paola, con una maliciosa sonrisa― Nunca confíes en nadie. ―Oh my love, nunca confío en nadie. Por eso hasta tengo planeada una implacable venganza en caso de ser víctima de tan inexplicable… deserción ―dijo Juan Carlos, asestándole una sonrisa igualmente maliciosa, y volvió a meterse en el baño. ―¿Inexplicable…? ―¿Qué mujer puede necesitar otro hombre teniéndome a mí como esposo y amante? Tanto engreimiento volvió a molestar a Paola. Pero la curiosidad pudo más que la rabia que empezaba a sentir. ―¿Y cómo te vengarías? Si lo has planeado, lo debes tener bastante claro, ¿no? Juan Carlos salió del baño terminando de anudarse la corbata. ―Me desquitaría diez veces, con diez mujeres distintas. Pero no con cualquiera; buscaría a tu mejor amiga; después a la enemiga más acérrima de tu escuela; luego a la antigua jefa que odiabas; también al amor platónico de tu juventud, y me encamaría con su mujer—. Hablaba en tono indiferente, como queriendo provocarla, mientras se ...
... ponía su reloj y buscaba la chaqueta del esmoquin―. Continuaría con un par de amigas mías que sé que detestas; alguna prima lejana que apenas conozcas; buscaría alguna modelo famosa para que pudiera aparecer en todos esos programas de farándula…. Y bueno, las dos restantes serían una sorpresa. Paola lo miraba sin decir palabra. Juan Carlos le devolvió una sonrisa ambigua, se le acercó y susurró en su oído: —Pero no todo terminaría ahí. Me fotografiaría con cada una, y una noche, durante la cena, te entregaría todas esas fotos acompañadas de cartas que te demostrarían el amor que sienten por mí, y lo convencidas que están del amor que yo siento por ellas. Juan Carlos sabía cómo hacer daño, se dijo Paola. Sus celos no pudieron más: le dio un fuerte empujón que lo hizo caer sobre la cama y se encerró en el baño. Oyó la risa de Juan Carlos, oyó que le golpeaba la puerta y le decía que no fuera tonta, que era sólo una broma. ―¡Pues no me ha hecho ninguna gracia! ―le gritó ella. A veces no soportaba las estúpidas ocurrencias de su marido. Además, resultaba difícil creer que hubiera inventado algo tan rebuscado en el momento. De seguro lo había pensado antes, y meticulosamente. ¿Con que era una broma? Pues ahora le tocaba bromear a ella. ―Te aconsejo que te vayas, o llegarás tarde a tu fiesta —le dijo en voz alta a través de la puerta. ―Vamos, mi amor, no lo hagas por mí; hazlo por todos esos hombres aburridos a los que les espantarás el tedio apenas te vean. Siguieron así, entre ...