La Zorra Elfa - Relatos Eróticos

La Zorra Elfa

... resultado diferente, pero tú vida ya no puede volver atrás.

–Orestia fue tu mascota y ahora lo seré yo.

–Si. Te daré un aliciente, las dobles personalidades mágicas suelen tener gustos opuestos. A tí probablemente te gustó Orestia desde un principio,–eso era verdad –pero la Otra, seguro que te manipuló para ayudarme a mi. Por eso me necesitas, obediencia, disciplina y una guía clara. Sabes lo que espero de tí.–abrí mi boca y comencé a mamar su polla–Ahh dioses, buena chica.

Su polla llenaba toda mi boca. Era bastante grande más de lo que estaba acostumbrada, pero manejable. Lamía su miembro con lascivia. Saboreando su polla. La Otra, Esclava tomó el control y chupó su polla con auténtica devoción. Sentí su éxtasis y su triunfo, ella quería someterse a Sion no a Orestia, y ahora ya tenía lo que quería. Había cambiado mis pensamientos con los suyos para someterme a Sion. Y si la otra no es una personalidad, y si fuera un parásito. Eso explica que me pueda manipular como lo hace. Cuando me di cuenta, Esclava pasó a ser algo agresiva y a tratar de eliminarme. No sé ni cómo fui capaz, conseguí resistir sus intentos pero sentí grandes dolores de cabeza. Dejé de chupar y mientras ella trataba de comerse mi cerebro, yo casi gritaba de dolor. Sión debió descubrir lo que me pasaba porque colocó su mano en mi frente y me noqueó con magia.

Me desperté un par de días más tarde en la cama de la misma casa. Solo que había dos hermafroditas, Sión y una ...

... desconocida.

–Buenos días, Enya. Soy una amiga de Sión, Nisa, he venido a ayudarte. Tenías un parásito mental, no una personalidad extra. Has tenido suerte. He conseguido erradicarla, aunque ha dejado un vacío que ahora debo rellenar como sea. Sión, déjanos solas. Ve a tu oficina y haz tú trabajo.

–¿La ayudarás?–preguntó Sión preocupada.

–Si, pero ten en teléfono a mano por si te necesito.

Nisa se quedó conmigo, atendiendome. Era una sacerdotisa muy hermosa. Me fijé en sus abalorios, no era una sacerdotisa hermafrodita o por lo menos no creía en Emanara, sino que creía en la diosa lunar Marena. Me sentía aturdida, no podía pensar con claridad.

–Te he drogado, es por tu propio bien. Evita que tú mente colapse, y que te mantengas cuerda. No hagas mucho esfuerzo mental.

–Sion quiere una esclava, lo normal hubiera sido pedirme que te lave el cerebro. Pero quiere que te restaure lo máximo posible y que cure tú maldición. Eso no quita que si te gusta obedecer como una putita, se te vaya a quitar. Conozco a Sion, fui su esclava durante años, es mucho más fácil manejarla de lo que parece. Quiere sexo dominante, haz lo que pide y fuera del sexo tendrás lo que te apetezca. Y si le gustas, eventualmente pasarás de ser su esclava, te liberará y te hará su novia, pero pasarán décadas de entrenamiento antes. O puedo hacerte un lavado cerebral, olvidarás todo esto, y podrás proseguir una vida como antes. Tú decides.

Me levanté con cuidado y me senté en la cama. Donde traté de poner mis ...