1. Tarjetas black (Parte 1)


    Fecha: 10/12/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Rober XL, Fuente: CuentoRelatos

    ... con ambas manos y comenzó penetrarla oralmente. ― ¡Agh! ¡Agh! ¡Agh! ― comenzó en seguida a quejarse la joven esposa. Ningún hombre había osado a ultrajarla utilizándola de aquella forma, no aguantaría mucho, pronto la haría vomitar. Róber se detuvo y al sacarla un grueso hilo de saliva quedó su apurada boca con el formidable rabo de aquel hombre. ― ¡Menudo rabo se le ha puesto! ―pensó la mujer al contemplarlo― ¿A qué espera para follarme? ―pero aquel vil hombre permanecía quieto, observándola. ― ¡Cuenta cuanto tardo el correrme! ― dijo al fin, volviéndole a introducir aquella banana ardiente en su boca tanto como pudo. ― ¡Vamos, empieza! ¡Uno! ― ordenó el español. ― ¡Unm! ―Eso es― aprobó Róber sacando ostensiblemente su sexo entre sus fruncidos labios emitiendo un sonoro ¡Slup! a causa de su propia salivación. ― ¡Dogh! ―trató de contar Yeimy cuando se la metió de nuevo. ¡Chups! ― ¡Tegh! ¡Slup! ― ¡Caghtr! Cogiendo la mano derecha de la colombiana le hizo masajear sus testículos y también, que con la izquierda se volviese a hacer un dedito un su chochito. Yeimy procedió a realizar ambas tareas ayudando a que aquel cabrón se corriese en su boca. El Delegado estaba lanzando, y aceleró en post de su primer orgasmo. ¡Chups! ¡Slup! Como a cualquier hombre, a Róber le hubiese gustado metérsela hasta las amígdalas y vaciarse en la garganta de la morena, pero no se dejó llevar por ese instinto masculino. Pero Róber quería dar placer a la mujer que le abría a boca para su verga. No, ...
    ... Róber la folló la boca dejándola disfrutar de su maravillosa polla, de forma que cuando en un par de ocasiones el Delegado dejo de follarla oralmente fue ella la que procedió de inmediato a mamar con fervor su potente biberón. Debía saciar ya la sed de aquella mujer, ella esperaba su esperma, pero ante todo debía tratarla bien. La forma en que aquel hombre abusaba de ella la hizo sentirse muy guarra. Mamaba con fuerza para hacer manar la leche de aquel tío. Era hora de acentuar los amplios vaivenes de su cabeza, o los obscenos sonidos al sorber aquel grueso caramelo. ¡Slup! ¡Chups! ¡Slup! ¡Chups! Por eso, aunque Yeimy no tardo en volver a sentir fuegos artificiales chispear en su chochito la hábil esposa mantuvo su boca abierta para él. ― ¡Mmm! ¡Mmm! ¡Mmm!― Róber ya no pudo resistir el desafío de los carnosos labios de la colombiana, ésta pronunció un delicado― ¡Ummm!―al notar con claridad una primera sacudida de la polla de Róber, pero… ― ¡Ummm!― fue con la segunda convulsión cuando súbitamente Yeimy sintió el primer chorro de cálido esperma chocar contra su paladar, y ― ¡Ummm!― con la tercera notó el espeso semen derramarse sobre su lengua, y ― ¡Ummm!― con el siguiente chorro la contable pudo percibir sus características y matices, la pringosa textura y agridulce sabor del esperma, del esperma de Róber. ― ¡Ummm! ¡Ummm! ¡Ummm! ¡Ummm!―los últimos tres o cuatro espasmos del hombre más arrollador con quien se había cruzado terminaron de llenarle la boca. Por alguna extraña razón ...
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