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Fui infiel en vacaciones en Santa Clara
Fecha: 26/08/2018, Categorías: Infidelidad Grandes Relatos, Autor: hilda, Fuente: CuentoRelatos
... donde la gente no llegaba caminando. Cuando llegamos al lugar, el hijo de Juan me dijo que yo era una privilegiada ya que habían decidido esa tarde cambiarme por la pesca, cosa que nuestras mujeres jamás lo han logrado. Esto sonó muy cómico y me largue a reír. De inmediato se bajaron de sus cuatri diciéndome que en ese momento se inauguraba la playa nudista en Santa Clara. Yo no estaba tan motivada pero ante los hechos no me resistí mucho a sacarme la bikini, viendo que no había gente cerca. Ellos hicieron lo propio y los cuatro desnudos, salimos corriendo como locos hacia el agua hasta que nos zambullimos en un torbellino humano. Es de imaginar que podría hacer una mujer totalmente despojada de su ropa en ese lugar solitario, con tres hombres también en cuero. La sal del agua no era impedimento para que yo les chupara las vergas uno a uno de mis hombres que habían formado una ronda a mi alrededor. En uno o dos minutos sus maravillosos penes ya estaban totalmente firmes, dispuestos para la batalla. El hijo de Juan me alzó yo lo le aprisioné sus caderas con mis piernas, produciéndose la fantástica penetración de su robusto miembro en mi vagina. El amigo me tomó por atrás los glúteos y salivando su botón me lo introdujo en el ano. Un poco de dolor no fue motivo para abandonar el trance y poco a poco la dilatación permitió que el majestuoso pene se perdiera en mi recto. Yo comencé a mover mis caderas y pelvis cada vez con más intensidad hasta que alcancé el momento sublime de ...
... mi primer clímax. Juan me acariciaba los pechos y me besaba en la boca lo que me causaba un desesperante deseo de poseerlo también a él. Dos parejas en cuatriciclos, regresando se detuvieron a ver si necesitábamos algo. Juan les gritó que estaba todo bien. Seguramente ellos notaron que estábamos transando y continuaron su camino. La interrupción nos hizo desprender y comenzamos a jugar en el agua con mucho erotismo. Las seis manos acariciaban y toqueteaban todos los rincones de mi cuerpo, lo cual me excitaba de sobremanera. El amigo de Juan de buen porte y musculatura me levantaba parándome en sus hombros y luego me arrojaba al agua, los otros dos se me tiraban encima haciéndome sentir la penetración de sus penes en mi vagina y ano. En un momento comencé a correr hacia la arena y ellos me dieron tiempo de llegar a los cuatri. Tomé una botella de cerveza muy fría y comencé a beber esperándolos. No tardaron más de un minuto en salir, sus miembros estaban demasiado firmes como para quedarse en el agua. Tenían urgencia de introducirlos en mi cuerpo para descargar su contenido y yo estaba deseosa esperándolos con mi vagina húmeda pero ahora por el flujo que producía. No me dieron tiempo a tender la lona sobre la arena. Primero me cogieron parados, manteniéndome suspendida en dos penes penetrándome por delante y por atrás, luego continuamos en el suelo. La arena que se removía entre mis piernas salpicaba nuestras partes sexuales pero eso no impedía las maravillosas penetraciones y ...