Paola Cap I. Infiel por Venganza
Fecha: 31/07/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: dantestr, Fuente: RelatosEróticos
... para circundar la fastuosa residencia. Farolillos estratégicamente dispuestos hacían visibles ornamentales gráficas dibujadas en el suelo, e iluminaban esplendorosas flores desde los mejores ángulos posibles. Paola se preguntó por qué no había reparado en esa magnificencia al llegar. Ahora no había casi nadie, sólo uno que otro chofer leyendo un periódico apoyado en alguna limosina. La música de la fiesta se escuchaba como un murmullo, mezclado con los sonidos naturales de la noche. El cielo estrellado la incitaba a recorrer los caminos del jardín; sin embargo, fueron las miradas de reojo que le lanzaban los choferes las que la convencieron de aceptar la invitación de aquella preciosa noche. Como lo había imaginado, más allá de la primera curva, tras un alto seto, quedó completamente oculta a las miradas de cualquier extraño. Un cristalino rumor de agua la indujo a seguir el sendero de farolillos, deseosa de encontrar una fuente que estuviera a la altura de tan mágico edén. No tuvo que avanzar mucho más, pues al siguiente recodo surgió ante sus ojos una hermosa caída de agua, compuesta en parte por una estructura de mármol y en parte por un conjunto de rocas ornamentales. Justo al borde de la mansión la fuente adoptaba la forma perfectamente geométrica de los muros, y luego la de una caprichosa creación de la naturaleza repartida en finos riachuelos, que finalmente convergían hacia una alberca llena de flores flotantes. Paola imaginó lo fabuloso que sería compartir con ...
... Juan Carlos ese espléndido espectáculo, y dar rienda suelta a los deseos que la invadían. Ahí, dentro de la alberca, cambiando su vestido por unas pocas flores que cubrieran lo justo, entregada a los besos de su marido sobre las rocas. Sus pensamientos la impulsaron a cruzarse de brazos por debajo de sus pechos, rodeándolos y apretándolos, notando que sus pezones resaltaban bajo la tela del vestido, como si le rogaran que los dejara zambullirse en aquella superficie esmeralda. ―Si su merced sigue este camino puede llegar a una laguna ―la interrumpió una voz rasposa a su espalda—. La señora de la casa cría patos y algunos cisnes. Paola se sobresaltó, y al verse sorprendida en aquellos excitantes pensamientos se volvió avergonzada. Se encontró frente a un hombre delgado y extremadamente moreno, al que reconoció como el jardinero Omar. ―Si quiere, Omar puede mostrársela —siguió el hombre, con voz monótona—. Está apenas un poco más lejos de la casa. Paola se quedó muda; aún se rodeaba los pechos con sus brazos, acentuando su escote y enmarcando sus erectos pezones como si se tratara de las flores de un cuadro. ―La noche está un poco fresca —agregó Omar—. Quizás la señora prefiera abrigarse antes de seguir su paseo. Paola se dijo que acaso se burlaba de ella. Ese hombre había descubierto las pequeñas coronas de sus senos luchando con la tela de su vestido, ¿y lo atribuía al frío de la noche? Pero aquel sujeto no parecía como los demás. Su actitud era indiferente, y su mirada no se ...