1. Mi tío Nico, mi gran profesor, maestro y verdugo


    Fecha: 08/05/2018, Categorías: Incesto Autor: marinat2x, Fuente: SexoSinTabues

    ... disfrutando como una verdadera perra en celo aunque sentía dolor, ardor y escozor, al rato lo sacó y disparó su leche en mi barriga, mi pecho y mi cara por la presión con que salió, su mano tenía sangre que parecía no importarle nada, bueno a mí ya tampoco, después me llevó al baño y me hizo bañar abriendo la ducha hasta que paró la sangría, me seguía advirtiendo que no podía decir nada, le dije que no, que yo sabía eso desde hacía mucho tiempo, en fin se hizo todo lo posible por ocultar la sangre y las huellas de todo eso, nos vestimos y me hizo colocar una toalla higiénica que sacó del cajón de mi mamá, un poco de papel higiénico envuelto lo metió entre mis labios vaginales que para recoger sangre y otros fluidos, como a la hora de haber ocurrido esa embestida tan brutal mi madre llamó y dijo que ya se dirigía a casa, entonces me sacaron el papel higiénico y la toalla fue a parar a la basura, más besos y caricias callaron mis llantos, mi dolor y mi mala cara, pero en el fondo una gran alegría me iluminaba, una nueva forma más placentera de disfrutar había sido incluida en el menú; cuando mi mamá llegó a casa, todo estaba normal, muy agradecida con mi tío por el favor de cuidarnos a mí y a mis hermanitos menores. Transcurrió por lo menos una semana y mi tío sólo llegaba y se tomaba una cerveza o tomaba el café que le preparaba mi madre, me alzaba para hacer las tareas, pero no se recostaba a descansar ni me llevaba a nuestro nido de amor, yo le preguntaba que se íbamos ...
    ... y con su cabeza me decía que no, que me callara, que no dijera nada, cuando al fin volvió a llevarme con él a nuestro nido de amor, ahí sí que volvió con la misma avidez de antes, me besaba, me acariciaba, metía su dedo en mi vulvita, ésta vez ya no tan poquito, eso creo pues parecía estar abierto el camino, me quitó mi ropa, él se acostó boca arriba, me hizo subir mi vestido hasta la cintura y me indicó que me sentara en la punta de su verga que ya estaba bien parada y gruesa por las mamadas y sobadas que yo le había propinado antes, yo asentía como siempre de lo más juiciosa y obediente, él se agarró su verga y la dirigió hasta mi agujero, yo apenas pujaba, apretaba los dientes y mi respiración era muy acelerada pues recordaba la brutal metida anterior, se me escapaban gritos como de ah, ah, cada que sentía rosar su cabecita contra mi rajita o que trataba de entrar, cuando ya estuvo seguro de lo que hacía, fue introduciendo su verga despacito ayudado por su mano que la movía de un lado a otro, al mismo tiempo que mi peso ejercía algo de presión, asimismo creo que producía muchos fluidos pues yo estaba tan feliz, tan emocionada por todo que no sentía temor de que pasara lo de la vez anterior puesto que mi querido tío ya me había explicado lo que iba a hacer y cómo tenía yo que proceder, yo yo sin darme cuenta lo que pasaba pero colaborando al máximo, me estaba tragando esa verga por mi rajita hasta un punto en que ya sentí dolor y le dije así, no más, me duele… Me duele, ...
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