Mi tío Nico, mi gran profesor, maestro y verdugo
Fecha: 08/05/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: marinat2x, Fuente: SexoSinTabues
... mis padres que nadie se extrañaba cuando nos llevaba al parque, a la heladería o se acostaba a jugar con migo en la cama, era el familiar de más confianza y querido en esa casa, yo su sobrina consentida, la niña de sus ojos, al menos esa era la idea que vendía a todos. Mi padre trabajaba en una empresa de colchones que quedaba un tanto alejada de nuestra casa, por tal motivo no estaba durante el día, mi madre permanecía sola, primero haciendo lo que podía, y su barriguita le permitía, atendiendo lo de las comidas de nosotros sus dos hijos, el que estaba esperando, el arreglo de la casa, además funcionaba un negocio que ella atendía cada que llegaba un cliente y ella salía hasta el mostrador de una papelería y otras chucherías que a ella le representaban un ingreso adicional para sus gastos. A medida que pasaba el tiempo él me llevaba alzada a la cama después de comer helado o alguna golosina que se me antojara, allí se acomodaba a dormir a veces o mejor casi siempre me decía que lo abrazara para que yo lo durmiese. El tiempo fue pasando inexorablemente, yo, ya mucho más mayorcita, consciente de mis actos, apuntando a eso de los 16 años, nuestra amistad, cariño o amor hacia nuestro tío seguía en pleno auge, yo feliz enamorada de él ya que mi tío me enseñó a dar besos en la boca, eso sí, que mis padres no lo vieran, yo los disfrutaba, me enseñó a jugar con su lengua, yo se la chupaba de lo más encantada con eso, él me acariciaba por todos lados incluyendo mi vagina, pues como ...
... siempre había sido acariciada por mi tío, yo jamás recibí lo que se llama educación sexual por parte de mis padres ni del colegio, no pensaba en consecuencia alguna, mi inocencia era tal que no sabía si era bueno o malo, yo sólo sabía que me gustaban, que me llevaban cerca del delirio, que ese era mi vicio más incontrolable, además que eran propinadas por mi tío querido y querido por mis padres. Yo recuerdo entre mis más lejanos recuerdos que de niña extrañaba cuando él no llegaba a casa, lo preguntaba y era tanto mi amor que formaba pataletas si él no estaba a mi lado. Pasaba el tiempo y mi tío preferido al que hoy en día llamaría más bien mi novio o mi amante, me tenía siempre entre sus brazos, cada que teníamos la oportunidad nos besábamos en la boca, él me tocaba mis genitales, apretaba mis nalgas, me hacía cosquillas y yo feliz como una novia querida y tragada o mejor digamos tonta, o no sé, todo pasaba a espaldas de mis padres y la confianza que ellos le tenían a mi tío; yo seguía creciendo muy feliz al lado del amor de mi vida, de mi protector, de la persona que me prodigaba un cariño muy especial, que me hacía experimentar sensaciones muy placenteras, que me regalaba cosas y hasta dinero para mis onces a espaldas de mis padres. En oportunidades él se desabrochaba su pantalón, bajaba su cierre y se sacaba su trozo de carne, me hacía que se lo tocara, esa sensación de esa piel como gelatinosa, suave con un olor tan extraño y agradable que parecía tener un imán conectado ...