1. Mi tío Nico, mi gran profesor, maestro y verdugo


    Fecha: 08/05/2018, Categorías: Incesto Autor: marinat2x, Fuente: SexoSinTabues

    ... migo, la niña mayor de la casa, yo muy juiciosa aprendiendo a leer y escribir, mi tío Nico me demostraba a todas horas que yo era su sobrina favorita, en todas las formas posibles. Un día cualquiera y luego de cumplir y celebrar mis 15 añitos, mi tío había llegado con su paquete de helados, panes y otras cosas como siempre, se las entregó a mi madre quien le dijo que tenía una cita médica por estar algo enferma, mi tío se ofreció a quedarse con migo y mis otros dos hermanos, seguro para no gastar en transporte o golosinas que siempre le sacábamos cuando íbamos a la calle; él aceptó encantado, obvio, esa oportunidad tan grande de estar a solas en la casa no se presentaba tan seguido para nosotros, recuerdo que ese día les dio a mis hermanos un billete para que se fueran a las maquinitas con sus amiguitos, nosotros nos metimos a nuestro refugio, allí nos besamos apasionadamente (digo así porque yo ya era una experta) nos desnudamos completamente así quedamos más tranquilos, acostados yo se lo mamé como siempre, había aprendido a con una de mis manos pajearlo y alternando con metidas en mi boca, también se lo pajeé, él a mí me besó por todos lados que quiso, mi boca, mi cuello, mis téticas, mi barriguita, mi chochita, mi culito, mi espalda, mi nuca, me hacía cosquillas con sus dedos, con su lengua, en fin eso era algo maravilloso, yo sentía miles y miles de sensaciones juntas que parecía un mar de alegría por mi cuerpo; con mi tío me sentía tan cómoda, tan protegida ...
    ... abrazada a él, tan feliz, que parecía estar en el paraíso. Ese día disfrutaba yo como nunca, pero siempre con la tranquilidad de saber que estaba sola con mi hombre, con mi tío, él de vez en cuando se asomaba a ver si mis hermanitos seguían jugando o requerían algo y volvíamos a lo nuestro. Ya llevábamos un buen rato en esas cuando mi tío se me subió encima de mí, me abrió un poquito mis piernas, colocó su verga en la entrada de mi gruta y se dejó caer de un solo golpe, entenderán ustedes que mi vagina no había sido perforada más allá de su dedo vaginal o su lengua, esa penetración me hizo sentir como un escozor, ardor, dolor insufrible, yo grité pero nadie me escuchó, él me tapó la boca con un beso y me apretó contra su pecho, yo me agarraba mis nalgas y zapateaba como tratando de escupir esa tranca, como queriéndome quitar o espantar aquel torturador que ya sin estar adentro de mi cuerpo me seguía haciendo producir dolor, mis lágrimas corrían por mis mejillas, mi tío Nico me besaba, me decía que me calmara, me hablaba que lo perdonara, cogió una toalla para recoger la sangre que brotaba de adentro mi cuerpo, extendió la toalla, me hizo acostar nuevamente boca arriba, me abrió de piernas, se me echó encima y volvió a meterme esa enorme verga dentro de mi pequeño agujerito, esta vez no fue tan duro, “viejo pendejo así hubiera empezado” eso pensaba yo pero no fue así, él siguió bombeándome y besándome, me decía que me quería y cositas bonitas para mis oídos, yo feliz, encantada ...
«12...567...»