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Los casos de Berenice Vineyards (vol. 2)
Fecha: 24/09/2017, Categorías: Otras Categorías, Anal Autor: juliomarkov, Fuente: CuentoRelatos
... lentamente. Asegurándose que los Gambardella tenían un primerísimo plano de su redondo y desnudo culo, se subió sensualmente el pantalón, calzándoselos con cierta dificultad debido a la contundencia de sus caderas y sus nalgas, las que contoneó exageradamente mientras volteaba su cabeza para verificar el impacto de su show. Luego salió en busca de las chicas. Los Gambardella contemplaron su partida como quienes contemplan a una súper heroína. Estaban seguros de que aquella valerosa diosa rubia salvaría la vida de sus hijas. –No te preocupes, ella las traerá de vuelta –le dijo el señor Gambardella a su esposa. –¡Qué par de tetas… y qué culazo! –respondió ésta como en otro mundo. El guardaespaldas fue llevado al hospital en un grito. Vineyards sabía que no había tiempo como para esperar su recuperación e interrogarlo. Pero ella tenía sospechas tan firmes como sus pechos. Recordó el caso del concurso de bikini y conjeturó que quizá alguien quería a las Gambardella fuera de la fiesta. Y ese alguien tenía que ser su amiga Amber Napier. La agente no comunicó a nadie su sospecha y decidió seguir a la chica. Berenice supo que había acertado cuando la joven se encontró con los secuestradores para pagarles por el servicio. Luego la chica se dirigió a un apartamento de su propiedad; entró, estuvo dentro unos quince minutos y luego se marchó. Vineyards ya no la siguió; ella intuía que las Gambardella estaban cautivas en dicho apartamento. Entonces entró sin hacer ruido y pudo verificar ...
... que las hermanas estaban allí, maniatadas y amordazadas. Estaba clarísimo: faltaban sólo unas horas para la fiesta y sin las presencia de las Gambardella, Amber Napier sería la sensación. Vineyards pensó que era el momento para que las tontas malcriadas recibieran su lección, así que se retiró sin ser percibida por las chicas y se dirigió hacia la mentada fiesta. Una vez allí sólo se dedicó a disfrutar del espectáculo. Amber Napier estaba radiante. Sus piernas fueron ovacionadas. Fue la mejor. Una vez finalizada su exposición, Vineyards la abordó en silencio; sólo la miró con sus hipnóticos ojos claros. Amber ya sabía cuál era su destino, pero no le importaba, ya había logrado el paraíso, así que se entregó sin resistirse y con su rostro iluminado por la felicidad. Las Gambardella fueron rescatadas luego de la fiesta. Estaban sucias, desalineadas, más histéricas que nunca y –lo más importante– con sus manos tan vacías como sus almas. La secta misteriosa La estilizada figura de Velmarie Therose descansaba sobre la blanca arena de Waikiki Beach. Su esposo Robert y su hijo Paul la acompañaban en su estimulante relax. Aquellas vacaciones familiares en Hawái habían sido planificadas durante meses, y no eran más que una excusa de la pareja para disfrutar en compañía de su retoño, a quien no veían casi nunca por culpa de la edificante pero impiadosa universidad. Velma se sentía en el paraíso tras el ansiado reencuentro con la persona que más amaba en el mundo. Lo mismo le ocurría a ...