Las aventuras de María IV - Relatos Eróticos

Las aventuras de María IV

... haciendo al otro lado del salón. Lorena estaba de rodillas lamiendo de arriba abajo. La polla de Arturo no estaba nada mal, muy gorda. Veía la lengua que tantas noches me había dado placer recorrerla con devoción.

Poco después, Arturo colocó a cuatro en el sofá y empezó a rozar su polla intentando meterla. Cuando lo consiguió los gemidos de Lorena se silenciaron para continuar con un gritito y no parar ya. David me tumbó, se colocó entre mis piernas abiertas y empezó a lamer, lo hacía realmente bien. Mis gemidos se mezclaban con los de Lorena hasta que noté que en la puerta del hall un pequeño resplandor de un cigarro. No nos habíamos dado cuenta ninguno que Pablo había llegado.

La lengua de David hacía maravillas y pronto me corrí, alcé su cara y le besé me dijo que no había acabado y tras dos o tres besos volvió a bajar, otra vez me estaba llevando a la gloria. Pablo no nos interrumpió, no se había movido seguía fumando. El único cambio era que su mano derecha estaba ocupada, se masturbaba lentamente mientras no paraba de mirar la bacanal del salón, mi mirada iba de Lorena y Arturo a Pablo y con esas me corrí momento en que David se subió y me penetró. Iba camino de mi tercer orgasmo cuando Lorena dijo vámonos al cuarto que mi hermano estará a punto de llegar.

Nada más llegar a la cama, Lorena me besó mientras me susurraba un “gracias” y se colocaba boca arriba. David me puso a cuatro patas y mientras seguíamos besándonos, volvieron a penetrarnos. David se corrió ...

... a los pocos minutos dejándome a medias, intenté que volviese a empalmarse, pero me dijo que no solía poder repetir. Tras rendirme me levanté de la cama y me fui al baño.

Iba a limpiarme en el bidé cuando vi que la puerta se abría y Pablo desnudo me apuntaba con su polla. Vi cómo se dirigía hacia donde estaba y sin mediar palabra, metió su polla en mi boca y empezó a follármela sin piedad. En un momento que paró para que respirara, comenzó a masturbarse furiosamente, seguía obnubilada casi sin parpadear. Me dejó el pecho y la cara fino, igual que vino se fue. Anonada me limpié y volví al cuarto.

Estaban Lorena y David haciendo un 69 y Arturo seguía encargándose de Lorena. Me tumbé a mirarles mientras me masturbaba, la imagen de los tres me encendió mucho, quería correrme de nuevo. Ver a los primos tan cerca, era súper excitante. Poco después, Arturo se desacopló de Lorena, vino donde yo estaba, acercó su polla a mi boca y empecé a devorarla. Sabía diferente, era sin duda a Lorena, tengo que decir que no me supo nada mal. Con esos pensamientos noté un primer chorro que me golpeaba la garganta casi a la vez que sacaba su polla de mi boca, pajeándose mientras me miraba. Cuatro o cinco disparos más me golpearon mientras me corría, segunda corrida en la cara que recibía en minutos, Arturo me acercó un dedo y casi sin darme cuenta me lo metió en la boca, limpiando su dedo mientras volvía a tumbarme. Cerré los ojos y tras unos minutos los chicos se marcharon. Tanto Lorena como ...