Mónica
Fecha: 25/04/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: murgis, Fuente: CuentoRelatos
Pensaba que había transcurrido un día más de trabajo, fuera de casa, solo, cenando en el mismo hotel en que iba a dormir para no acostarme demasiado tarde… un día más de los que cada semana tenía al menos dos en mi agenda. En esta ocasión era Madrid y el hotel era un NH céntrico, sin grandes lujos y adecuado para negocios de uno o dos días. Como había llegado muy tarde a la habitación, llamé a la familia antes de bajar a cenar, para evitar despertarles después. Era una llamada que hacía todos y cada uno de los días que pasaba fuera de casa e inmediatamente después, una ducha y cerca de las 10 bajé a cenar al restaurante. Típica carta de hotel, ensalada y entrecot poco hecho para cenar con una botella de buen rioja. El restaurante estaba prácticamente vacío y tan solo 3 o 4 mesas ocupadas por viajeros de negocios como yo. No me fijé en nadie y me senté cerca de la puerta, como tratando de ahorrar incluso los pasos necesarios para llegar a las ventanas. Sinceramente no me interesaba la vista. Los platos vinieron rápidos y en 15 minutos estaba ya con el entrecot y media botella de vino terminada… cuando alguien me llamó. "Carlos, no te había visto, ¿qué haces aquí?". La voz me resultó familiar a pesar de mi estado de desorientación inicial. Levanté la cabeza y te vi de pie justo frente a mi mesa... "Pero, Mónica, ¿de dónde has salido?". "Ya ves, estoy haciendo un cursillo toda la semana aquí en Madrid, ¿y tú?". "Pues hemos tenido una reunión en las oficinas sobre el plan del ...
... año que viene y he aprovechado para quedarme un día más y aprovechar mañana a la mañana para estar con uno de mis múltiples jefes… bueno un follón que queremos montar". "O sea que hemos cenado al lado uno del otro y ni nos hemos visto". "Eso digo yo, pero en mi es normal, soy un despistado total cuando estoy con la cabeza ocupada con algo. Bueno dos besos"… y me levanté cogiéndola muy suavemente por la cintura para darle los dos besos de rigor… "siéntate si no tienes prisa, te invito a un postre, un café o una copa de algo si quieres". Nos conocíamos desde el instituto, a pesar de que es 3 años más joven que yo. Mónica era una amiga de mi mujer, de 31 años que había tenido un hijo de la edad del mío y aunque en nuestra época de estudiantes no tuvimos demasiada relación porque enseguida empezó a salir con su actual marido, la recuerdo perfectamente sobre todo por un detalle, su culo… tenía el mejor culo del instituto y además lo sabía marcar con pantalones ajustados que nos hacían a todos los compañeros mirarla embobado. Desde unos añitos atrás, cosas de la vida, quedábamos con bastante frecuencia las dos parejas los sábados para tomar algo y cenar con los críos y yo seguía soñando con ese culo tan precioso, que con los años no solo se había mantenido perfecto, sino que incluso había mejorado, porque ahora se movía mejor gracias a la libertad de los tangas que usas. También, en honor a la verdad, hay que decir que tu sonrisa es encantadora, tu mirada tiene algo entre inocente y ...