Madre desolada
Fecha: 12/10/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: ventura, Fuente: TodoRelatos
... mi vagina sino eran de puro placer. Y no digamos cuando con suavidad fui notando su pene por todo mi conducto vaginal y sin dolor. Parecía como si supiese el suplicio que sufrí cuando fue penetrada con violencia y eso no estaba sucediendo.
Ni que decir de como me comporte en esa penetración. No tenía experiencia pero acompasé el ritmo de los movimientos que mi adorable hombre emitía. Era tal nuestra unión que hasta los gemidos de placer salían de nuestras bocas al unísono. Cambiaron esas muestras de gozo al producirse en mí un orgasmo. Un grito de placer salio de mi garganta y al momento un gran bufido produjo mi hombre en señal de producirse también su orgasmo. Sentí como su semen se esparcía por toda mi vagina.
Fue algo inconmensurable el gozo y placer que experimente. Me sentía tan pletórica que deseaba que esos momentos no se acabaran. Un beso volví a recibir acompañado de unas palabras.
-Mi adorable y encantadora Marta, me has hecho sentir el mayor placer de mi vida y si ha servido la unión de nuestros cuerpos para que desaparezca de ti esas angustias, me daría por más que satisfecho.
No podía por menos corresponderle con otro beso y manifestarle lo agradecida y satisfecha que me encontraba, salvo un pequeño detalle que le añadí.
-Eres mi vida y mi tesoro, Raúl, y en verdad me has hecho sentir ser una mujer en todos los sentidos y no sabes lo dichosa y feliz que me encuentro, el único pero es que todavía no sé si puedo digerir que haya sido mi propio hijo ...
... quien lo ha conseguido.
-Por si te sirve, desde hace tiempo, como hombre, te deseo como mujer, independiente del parentesco y mi mayor deseo es estar unido a ti por completo en todos los sentidos
Estaba que alucinaba, ¿qué le respondía? No podía olvidar que ese hombre, tal como decía, había salido de mis entrañas y aunque estos últimos años yo también lo veía algo distinto, deberíamos tener en cuenta la edad que nos separaba. Como si supiera lo que estaba pensando me señaló:
-Si piensas en la edad que nos separa, para mí no hay problema. Me veo muy digno de formar pareja contigo, siempre que tú lo desees.
No cabía duda que esta experiencia vivida había cambiado totalmente esa aversión hacia los hombres y mi Raúl había sido el causante de que se produjese. Si a él no le importaba esos años que nos separaban, a mí no me importaba tenerlo como hombre siempre que él quisiera. Mi mejor respuesta fue, acercar a él todo mi cuerpo, pasar mis brazos sobre su cuello, y llegar a posar mis labios a los suyos con tal potencia que parecía quedarse ambos enganchados. Era nuestra unión total y para sellarla, ese pene endurecido enseguida encontró el camino por el cual debía adentrarse. Decir apoteósicos es poco para referirme a los orgasmos que se produjeron en nuestro organismo. Extenuados y cubiertos de sudor dejamos reposar nuestros cuerpos y ahí vino a mi mente algo que no había tenido en cuenta y era de vital importancia.
Era tanta la satisfacción que había en mí que algo ...