Una deliciosa y naciente navidad
Fecha: 02/04/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: MadeInChile, Fuente: SexoSinTabues
... nuestros labios eran mordidos por la boca del otro, abrían, cerraban, soltaban gemidos, calidez, interactuaban hablando por si solos. Mi mano se soltó de la otra para comenzar a bajar por su pecho, abdomen y posarse en su entrepierna por sobre el pantalón: estaba dura, muy dura. La masajeaba, apretaba, soltaba, lo recorría por sobre su ropa. -Nos pueden ver –me decía entre besos- -No, no lo harán- lo empujé hasta la pared colindante a la dirección en que se abre la puerta, por ende, este macizo de madera nos cubría y el apagar la luz hizo otro gran trabajo. Éramos nosotros, la oscuridad y excitación Su mano pasó de mi nalga, rozando la silueta de mi cadera hasta mi entrepierna. Sentí el peso de sus dedos levantar mi vestido y empujar mi ropa interior hacia un costado…oh dios, esa calidez, esa aspereza, sus dedos medio y anular empezaban a penetrar mi ser con sumo cuidado, mi boca soltaba gemidos descontrolados mientras mordía su oreja. Me paré sobre puntillas para que me pudiese masturbar mejor a lo que miguel me penetró totalmente con sus dedos: ¡DIOS MIO! Que placer, que dolor, que sensación. Mi abdomen se apretaba, mis piernas empezaban a temblar, mi voz se quebraba entre gemidos, mis manos apretaban su cuerpo hacia el mío, mis caderas se arqueaban hacia delante y atrás -Miguel, miguel, dios, miguel… - solo podía sentir placer, mi hermano me masturbaba, me producía una excitación especial, casi mágica- Su mano se movía cada vez más rápido, escuchaba mi humedad hacer ...
... efecto en sus dedos, sentía, lo sentía. El calor me empezó a dominar, ese calor espectacular que empieza a recorrer desde el abdomen que junto a espasmos aprietan cada uno de tus músculos, desde las piernas hasta tu cuello seguido por gemidos constantes, mi boca abierta de par en par soltaba gemidos ya fuertes -MIGUEL NO PARES, ME VENGO MIGUEL-Le decía mientras mi cuerpo se movía por voluntad propia, mis piernas, mi abdomen, apretados, calurosos...exploté, mi hermano me había provocado un orgasmo, y no cualquiera, el mejor de mi vida. Respiraba agitada, muy lentamente empecé a soltar su cuerpo mientras nuestras miradas se cruzaban. Mi cuerpo sudado demostraba cansancio, mi cuerpo electrizado, le agradecía aquel momento, aquellas sensaciones. Le miré -Ahora es tu turno –le dije con la voz casi cortada y mordía mi labio- -¿qué? –Me miraba con duda- Envolví sus manos con las mías, la dirigí hacia mi boca y lamí sus dedos, mi sabor en sus dedos. Lo miré, le lamí. De un momento a otro me puse de rodillas frente a él, con ternura infantil coloqué mis manos sobre su cinturón y diestra habilidad lo abrí para encontrarme con un botón el cual con ternura separé tranquilamente, disfrutando ese momento previo. Su pantalón se abrió sin problema y desde los bordes lo hice descender por las piernas hasta que callera completamente, ahora, sólo su bóxer separaba su pene de mi cara. Por sobre este posé mis manos empecé a masajear su miembro: duro, delicado, mío. Soltaba suaves gemidos entre risas ...