1. Una deliciosa y naciente navidad


    Fecha: 02/04/2018, Categorías: Incesto Autor: MadeInChile, Fuente: SexoSinTabues

    ... dejar mi chaqueta dentro. -Dale, te llevo el vaso luego. Mil imágenes y sensaciones bombardeaban mi mente, estaba húmeda, caliente, mareada, excitada, pero, ¿me producía todo eso mi hermano? ¿fué el baile?, no tenía respuestas, sólo emociones y sensaciones. La casa de mis abuelos era una casa patronal de campo, muchas habitaciones de altos techos y ventanas con dudables seguros, pasillos angostos pero largos y lugares que de noche, la falta de luz, hacían parecer que en cualquier momento un asesino saltaría para cortar tu cuello, como cualquier escena de película. Caminé en dirección hacia la casa, pasé por la cocina donde no había alma alguna. Al entrar, el olor a madera quemada, alimentos frescos y adobe carbonizado, hacían que me relajara. Abrí el grifo, puse las manos para luego mojarme el cuello, el pecho, la cara… no podía sacar de mi mente esa escena: nuestros cuerpos, nuestra excitación, el rose, no entendía por qué le mordí su cuello, por qué me masturbé con su pierna, por qué me tomó de la nalga…dios, lo recordaba y por inercia mi mano empezaba a descender por mi abdomen hasta que mis dedos llegaran al nacimiento de mi falda y jugar con la suave tela de mi ropa interior. Con delicadez hice de mis dedos unos espías que penetraran mi ropa interior y se empaparan de la humedad que yacía entre mis piernas: me estaba masturbando con la imagen de mi hermano, estaba muy húmeda. Cerré mis ojos, mi respiración se aceleró, no quería que nadie entrara, dudaba que lo ...
    ... hicieran…dios, gemía suavemente hasta que sentí que se abría la puerta de madera gastada Amm fer, te traje el vodka ¿estás bien? –Miguel me miraba con duda y coquetería- Mierda, mierda ¿me vio?, ¿sabe que él era la razón de por qué me masturbaba? Por qué no razoné y elegí el baño, otra habitación. Que descuidada fui -Am no nada, o sea, gracias. Si estaba por ir pero me dio calor y pasé a mojarme, además creo que bebí mucho – me costaba mirarle a los ojos- -No tranqui, si todos bebimos harto, es navidad y jajá ¿qué nos esperará en año nuevo? –se acerca, extiende su brazo en el cual sostenía mi vaso- ¿un salud? -le sonrío amablemente- ¡claro!, hagamos un salud ¿por qué? -pues –pensaba- porque ¿sí? – me miraba- -hecho, salud por que sí y por qué somos grandes bailarines… ¡Salud! -Bailamos espléndidamente – se acercó a mí y me toma de la cintura para apegarme a el- me gustó tu movimiento -Sorprendida, con los ojos muy abiertos lo miro fijamente, pero a los segundos me dejo llevar- Si, a mí también me gustó como…ponías tu mano -¿así?- me puso su palma en el trasero y me apretó- -Sí así – sentía como su pene crecía por entre el pantalón y me punzaba el abdomen. Dejando el vaso en una mesa cercana, pasé a colocar mis brazos alrededor de su cuello y mirarlo a los ojos, el por su parte hizo lo mismo con su vaso y con la misma mano, llevó su fuerza hasta mi pecho. Solté un gemido suave para que me callara con un beso y el momento se detuviese. Nuestras lenguas empezaron a jugar, a masajearse; ...