La Abogada del Diablo
Fecha: 20/08/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Steelheart, Fuente: TodoRelatos
... cuerpazo tiene” – pensó para si misma.
Laura estaba cerca de los cuarenta y con una pequeña de seis meses, pero su cuerpo era un monumento artístico. Era rubia, igual que Diana, pero sus pechos eran bastante más generosos, y mas aun cuando todavía estaban cargados de leche materna. Sus caderas formaban parte de sus increíbles curvas de mujer, y su lindo culo era una almohada blandita donde querer dormir siempre. Tenía el pelo totalmente liso cortado un poco por debajo de los hombros y sus ojos eran azules igual que los de su enamorada secreta.
-¡Bueno, pues ahora ya solo queda vestirme e irme! – dijo Laura desabrochándose el sujetador y quitándose las bragas como si la presencia de Diana no existiera.
Los ojos de la joven estudiante se abrieron como dos ventanas a un campo de amapolas en una linda mañana de primavera.
-Me duche cuando llegue a casa del trabajo esta tarde, no te creas que me voy sin duchar, ¿eh? Pero como comprenderás es una cita lo de esta noche y quiero ir preparada por si acaso. Un bonito conjunto de lencería por si acaso surge. Que creo que no, es la primera cita, pero quien sabe. Nunca se sabe, ¿verdad? – comento la abogada explicándose del porque se cambiaba de ropa interior mientras sin saberlo era devorada por la lujuriosa mirada de Diana.
La joven parecía que había perdido la vergüenza y no perdió detalle de aquellos preciosos pechos que bailaban desnudos mientras su dueña se bajaba las bragas para cambiárselas por unas negras de ...
... encaje. Luego con una habilidad de años poniéndose y quitándose sujetadores, estas quedaron ocultas por uno igualmente de color negro medio transparente. “Joder te lo comía todo tía” pensó para sí misma Diana mordiéndose el labio disimuladamente. Aun quedaba el deleite de ver a Laura ponerse unas medias negras que se ajustaba milimétricamente a sus piernas, hasta dejarlas totalmente estiradas y perfectas. Primero la pierna derecha sobre la tapa del baño, luego la izquierda. Diana creyó que babeaba al ver semejante instantánea.
Laura salió del baño enfundada en su traje negro de lencería paseándose por delante de los ojos de Diana que la seguían como si estuvieran hipnotizados. Abrió el armario y saco un vestido negro de entretiempo con un generoso escote, que la llegaba un pelín por debajo de las rodillas, y que se ceñía a su cuerpo como un guante.
-¿Me ayudas, por favor? – le pidió Laura a Diana dándola la espalda, y separándose hacia un lado su media melena rubia para que la chica la ayudara a subirse la cremallera del vestido.
-Si, claro. Te ayudo. – contesto Diana avanzando hacia su amada con temblorosas manos.
-En la nevera tienes un biberón de leche por si acaso. Y al lado de la cuna tienes todo lo necesario para la niña. Pañales, polvos de talco, etc. El interfono está conectado, lo tienes sobre la mesilla.
-¡Vete tranquila! – añadió Diana cuando Laura que estaba casi en la puerta de la calle bolso en mano.
-¡Gracias peque! Puedes quedarte en mi cuarto ...