El arte de mi hijo - Relatos Eróticos

El arte de mi hijo

... “Todos los detalles excepto aquel con el que cada hombre mide su ego—¡Tu polla!” No podía creer que había dicho eso.

- "¿De qué estás hablando?"

- “Javi, cada uno de tus dibujos exagera el tamaño de tu pene”.

- "No es verdad. No sabes de lo que estás hablando, mamá.”

- "Ahora, ¿quién es el mentiroso?" Pregunté, contenta de poder devolver el fuego y obtener incluso una pequeña victoria en este día.

Pero, este fue un día de sorpresas, y aun había otra sorpresa reservada.

Javi estiró la cinturilla de sus pantalones cortos para correr y tiró de ellos hacia abajo. Golpearon el suelo y salió de ellos. Ahora estaba totalmente desnudo frente a su madre.

- "¡Javi!" Dije y desvié mis ojos. "¿Cómo puedes hacer algo tan desvergonzado?"

- "Ver para creer. ¿No es ese uno de tus dichos favoritos?” Se acercó a mí mientras hablaba.

Levanté la vista solo para ver que tenía su mano envuelta alrededor de su pene y lo acariciaba con movimientos largos y lentos.

- “Me voy”, dije. Traté de levantarme, pero su mano (la que no acariciaba su polla) sobre mi hombro me mantuvo en mi lugar.

Mantuve los ojos cerrados y mi cara volteada, pero en lo que parecieron unos segundos, Javi dijo:

- "Mira, mamá".

- "¡No!"

- “Me llamaste mentiroso, soberbio. Dijiste que mi dibujo estaba mal. Pero, mamá, TÚ estabas equivocada. ¡Observa!"

- "¡NO!"

- “Entonces… ¡TOCALO!”

Antes de que pudiera reaccionar, mi hijo tomó mi mano y la curvó alrededor de algo ...

... imposiblemente duro, caliente, largo y grueso. Mis dedos no podían rodear todo lo que tenía agarrado.

Mis ojos se abrieron de golpe y vi mi mano en el pene completamente erecto de mi hijo.

- "¡NOOO!" Dije en un jadeo sin aliento.

- “Ahora, ¿qué piensas, mamá? ¿Estaba exagerando?”

Mi mente se puso en blanco. No pude decir nada. No podía creer lo que estaba pasando, mi mano estaba en contacto directo con una enorme polla. Con la polla de mi hijo. Con la polla erecto y duro de mi hijo.

No había exagerado ni un poco. Mi hijo simplemente tenía la polla más grande que jamás había visto. No solo largo, sino grueso.

Mi mano involuntariamente apretó suavemente. —“Mmmm” —murmuró Javi.

Aparté la mano de un tirón, pero mis ojos no se apartaban de la vista que tenía ante mí: la polla de mi hijo tenía una enorme cabeza morada, incluso más ancha que el eje. El eje tenía venas de color azul pálido que sobresalían de su superficie. Observé cada detalle, hipnotizada por la presencia de un pene real y viril. Algo que anhele en mi vida durante al menos la última década.

- "¿Qué piensas, mamá?"

Todo lo que pude susurrar fue:

- “Javi…”.

- "Dime, ¿Crees que mi polla pueda penetrarte lo suficientemente profundo dentro de ti para dejarte embarazada?"

Las palabras de mi hijo parecían venir de algún lugar lejano. Mis ojos se abrieron y mi respiración salía en pequeños jadeos. Esto me había sorprendido tanto que no estaba preparada para la reacción espontánea de mi mente y mi ...