El arte de mi hijo - Relatos Eróticos

El arte de mi hijo

... desnudo enmarcado desde la caja torácica hasta la mitad del muslo. Extendiéndose desde el cuerpo había un pene erecto grande y grueso. La mitad estaba oculta por mi boca abierta. Obviamente estaba haciendo una felación. Mis ojos estaban cerrados con una mirada de satisfacción en mi rostro. Mis mejillas ahuecadas daban la impresión artística de que estaba chupando con fuerza.

- "¡Oh dios mío!" Dije y aparté la cabeza avergonzada.

- “Mamá, está bien. Entiendo. Eres una mujer. Una mujer normal con necesidades normales. Escucho lo que le dices a la tía Carla todo el tiempo. Cómo no estás siendo complacida. No es de extrañar que reaccionaras como lo hiciste.”

- “Javi, por favor, no más. No el otro dibujo. Por favor."

- “Admite entonces que cuando viste mi polla hoy quisiste metértelo en la boca. Dilo."

Cuando atendí su demanda con silencio, repitió:

- “Admítelo, mamá. Aquí está la prueba. Ahora di que querías chuparlo”

- “No lo pensé en ese momento”. Mi voz era pequeña y frágil. “Pero cuando dibujaba, algo en mí quería sentirlo. Poseerlo. Sí, Javi. ¡Cuando dibujé eso quería tenerte en mi boca!”

Debería haber estado aún más asustada, pero de alguna manera decirlo me quitó un peso de encima.

- “Hoy, mamá, tuviste mi corrida en tu cara. Vi que estaba mi semen en tus labios y debajo de tu nariz. ¿Lo oliste, lo probaste? Estaba todo sobre ti. Dime, ¿lo hiciste?”

Mi cabeza estaba negando "no", pero respondí, "Sí".

El recuerdo de ese olor almizclado ...

... masculino y el sabor volvieron a mi mente.

- “Entonces, cuando dibujaste esto, ¿quisiste que me corriera en tu boca? ¿Querías que depositara toda esa carga por tu garganta? ¿De eso se trata esto?” Levantó el dibujo.

- "Yo era débil. No sabes lo que esto me está haciendo. Soy vulnerable en este momento. Verte así, excitado por mí, despertó sentimientos prohibidos y…”

- "¿Te imaginaste tragando mi semen?" Javi interrumpió.

- "Sí" admití y cerré los ojos avergonzada.

- “¿Y el otro boceto?” preguntó Javi.

Desde la cocina llegó el portazo.

- “¡Hola a todos! ¡Estoy en casa!” La voz de Ed llegó cantando a través de la casa.

- “¡Estamos aquí, papá!” Javi levantó la libreta y luego me la entregó antes de ir a saludar a su padre. Sabía que me estaba dando tiempo para ocultarlo.

Miré de cerca el boceto donde estaba dándole una mamada a mi hijo y noté que Javi había dibujado un globo de pensamiento. Estaba vacío. Sabía que me estaba retando para escribir mis sentimientos en ese globo. Con toda la adrenalina y excitación desataron en mí una compulsión espontánea que me llevó a tomar mi bolígrafo y escribir: "Por favor, córrete en mi boca".

El otro boceto fue aún más condenatorio que el primero. Era como si la cámara esta vez estuviera al pie de una cama. Estaba desnuda, boca arriba con las piernas separadas. Mis grandes pechos se apreciaban junto con mis duros pezones oscuros. Había dibujado mi cara con aún más cuidado y detalle reconocible que Javi. Estaba ...