Annika
Fecha: 10/04/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Swad Swan, Fuente: TodoRelatos
... acelerada y, a veces, no presto suficiente atención a este tipo de cosas. A partir de hoy te trataré con más respeto ya verás.- Dije. Es otra mentira, pero a ver si cuela, que los brazos me duelen un montón.
Sigo sin creerte. Lo siento, no puedo creerte solo con palabras. Tendrás que demostrarlo.
Claro, deja que me levante y te lo demostraré. Te invitaré a un café y charlaremos de ello.
No. Si no lo aclaramos ahora, no lo aclararemos nunca. ¿Qué crees que puedes hacer para demostrarme que no te crees superior?
No sé chica. Así, tal como estamos. Me tienes las manos y el cuerpo totalmente inmovilizados. Solo tengo la cabeza libre, y hablar no parece suficiente. Que quieres que haga? Estoy paralizada !!! Y los brazos me duelen un montón.
Ves !! Ya vuelves a ser impertinente. Las palabras se las lleva el viento, y más las tuyas. Pero se me ocurre algo que puedes hacer con la boca.
¿Si?¿Que quieres?¿Que te cante una canción? Vamos, no jodas.
No, no quiero que cantes, quiero que alargues un poco el cuello y me comas el coño, así sabré que me respetas como trabajadora y como mujer.
Me quedé con la boca abierta como una gilipollas. Seguro que había oído mal.
Perdona, ¿que me has pedido queque?¿Me has pedido que? Pero que dices, eres una puta guarra. Sal de encima mío, hija de puta. inmediatamente !!- Estaba fuera de mi, terriblemente cabreada. Esa tipa me había pedido que se lo chupara!! Así, solo para demostrar que la respetaba? Que mierda de prueba es ...
... esa?
Volví a agitarme como una pescadilla fuera del agua, con el mismo resultado que antes. Nada. Lo seguí intentando, estaba sudando a mares, pero la muy puta de Annika, ni se movía.
Veo que no lo quieres entender. Siempre te has sentido superior a mi, y me lo has dicho y demostrado mil veces. Ahora te voy a demostrar que somos iguales, porque en según que circunstancias yo soy superior a tí. Estas es una de esas circunstancias, porque si yo no quiero no vas a poder moverte, y yo no voy a querer hasta que me comas el coño. Venga, espabila como dices tú, que no tengo todo el día.- Diciendo esto, movió su culo un poco adelante, hasta que su entrepierna quedó a escasos centímetros de mi cara.
A ver Annika, vamos a hablarlo. Esto no es lógico ni…
Sin dejarme acabar la frase movió su trasero un poco más adelante, hasta que tuve su cutre-pantalón de deporte de lycra con el que limpiaba mi casa. tapándome la boca y la nariz. Aguanté la respiración, no quería su olor en mi nariz. Volví a agitar las piernas, y algo las caderas, ya que al moverse hacia adelante se habían quedado más libres, pero nada. Mis brazos seguían inmovilizados ahora más por sus tobillos que eran menos pesados pero igualmente fuertes. A los pocos segundos no tuve más remedio que abrir la boca y aspirar una bocanada de aire antes de asfixiarme. Me inundaron las pituitarias un olor salado de sudor. Puaj, no quería ni pensar si eso sería porque no se había duchado en días.
Annika, por favor, aún puedes ...