Annika - Relatos Eróticos

Annika

... que gano yo? Pena deberías tener por tí, que con.. ¿Cuántos años tienes? 35? Sigues limpiando casas y así seguirás toda la vida. Pensa por mi? En serio?.- Esto salió del fondo de mi alma prepotente. No lo pensé, lo escupí con rabía como solía hacerlo en el trabajo cuando estaba convencida de que tenía razón.

Sus rodillas se clavaron un poco más en mis brazos, al aplikcar un poco más de fuerza.

Sí, eres una zorra muy importante, pero mirate ahora. No hay nada que puedas hacer si yo no te dejo. De que te sirve ahora tu pasta?

Como en el trabajo, me revolví con fuerza dispuesta a matar, pero con la parte superior inmovilizada solo podía mover las caderas y las piernas, y por mucho que las agité no conseguí moverla ni un poco. Estaba como clavada sobre mí. Estuve un par de minutos más forcejeando, pataleando y gruñendo hasta que paré agotada.Notaba el sudor en las axilas y cayendome por la frente

De verdad que no te entiendo. - dijo.- ¿Tanto te cuesta pedir perdón? ¿No crees que lo merezco?

Aquello encendió una lucecita en mi tensa cabeza. Solo era eso?

Está bien, Annika. Tienes razón. Ya sabes que soy un poco mandona y hoy el día ha empezado muy mal. Perdona mis modales, vale? ¿Puedes salir de encima mio, por favor?

Vés, no sabes pedir perdón. Justo cuando lo haces tienes que volver a imponer tu voluntad. Joder, tienes que ser más humilde y saber que también te equivocas a veces.

Era increíble que esto me lo estuviera diciendo mi chacha. Que se ...

... pensaba que era? ¿Un gurú del coaching? La cabeza me volvió a hervir de rabia, y sacudí las caderas con violencia intentado sacármela de encima. Desde luego la Hermés ya estaba arruinada de por vida. Ella ni se inmutó. Esperó a que se me pasara el ataque y dijo:

Sigo sin entenderte. ¿Tanto te cuesta?¿Tan superior te crees?

No, no es eso.- claramente mentí.- Pero es que no estoy acostumbrada. Siempre he tenido que luchar por todo y eso al final deja una huella.- Seguía mintiendo, pero como buena vendedora sabía que ese argumento podía colar.- Por favor, Annika, te ruego disculpes mis malos modales contigo. No te lo mereces y te aseguro que no volverá a pasar.

Me miraba fijamente a los ojos. Creo que esta vez sí que había colado.

Lo siento, pero no te creo.- Vaya, no había colado.- Son muchas veces las que he tenido que sufrir tu mal humor y berrinches de niña pequeña. Por tu cara y actitud no te creo nada. Sigues siendo la insufrible pija consentida, y siento decírtelo así, pero ya es hora de que pares de ser así.

Bueno, joder, y que quieres que haga?.- Pregunté intentando no cagarme en todo y, sobretodo, que no se me notara en la cara.- ¿Quieres que te suba el sueldo?

No me lo puedo creer, de verdad crees que todo esto es por dinero? No, es por respeto. No recibo de tí el respeto que merezco. Siempre piensas que eres superior a mi, y eso no puede seguir siendo así, ¿no crees?

No, no por supuesto.- volví a mentir.- No es que me crea superior, pero siempre voy ...