Annika
Fecha: 10/04/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Swad Swan, Fuente: TodoRelatos
Joder !!.- es lo único que acerté a decir.
Reconozco que no me lo esperaba, aunque la hostia me la merecía seguramente. Sé que había estado un poco más borde de lo normal, pero tampoco mucho. Estaba pagando mi mal humor con Annika,mi empleada del hogar. Gasto mala leche, soy la CEO de una empresa bastante grande y es que no soporto que me hagan perder el tiempo, y esa mañana, con solo un par de llamadas, y todavía sin salir de casa, ya me habían puesto de un humor de perros. Así que cuando entré a mi habitación y, encontré a Annika entorpeciendo mi paso, no pude evitar soltarle una bordería:
Sal de enmedio, cojones. Que siempre estás enmedio. Mueve ese culo gordo de aquí, y espabila.
Hay que decir que Annika es de algún país del este, niputa idea de cual, y responde al estereotipo de esa zona. Alta, rubia, corpulenta, más tipo luchadora vikinga que bailarina del bolshoi. Su guantazo me dejó la mejilla ardiendo y, seguramente, marcada en rojo
Pero que haces? que coño te has creído, idiota de mierda?
La segunda hostia estaba cantada, y fue con el revés de la mano, siguiendo el camino inverso de la primera.Noté la otra mejilla ardiendo también y como me lagrimeaban los ojos. Antes de que pudiera decir nada más, Annika me empujó hacia atrás y caí de espaldas sobre la cama. Mi primer pensamiento, estupido a más no poder, fue que se me estaba arrugando mi carísima falda de Hermés. Intenté incorporarme con una rabia ciega e intensa corriendome por las venas, pero la ...
... mano de Annika me volvió a empujar hacia abajo con fuerza, clavandome contra el colchón. No me lo podía creer, que le pasaba a esta tía. No solo la iba a despedir, sino que además me aseguraría de que la echaran del país. Le clavé una mirada furibunda:
Annika ostia, no estoy para gilipolleces. Ya estás saliendo de mi casa. Te voy a joder viva !! -. Grité muy cabreada.
Mis palabras parecían importarle una mierda, porque sacó su mano de mi pecho, pero se subió a la cama, sentándose sobre mí, con las rodillas dobladas sobre mis brazos. De repente entendí que estaba totalmente inmovilizada. Ella debía pesar unos 75 kg y yo apenas pasaba de los 50.
A ver.- dije.- Quizás he estado un poco brusca, pero tengo un día de mierda y ya llego tarde a la oficina. Venga, déjame salir y lo hablamos tranquilamente luego.
Todo esto lo decía para intentar escapar de la situación. El cabreo se me había pasado como de milagro. Ahora tenía un poco de miedo, pero es que además sus rodillas me estaban cortando la circulación de los brazos, y empezaba a sentir un poco de hormigueo en las manos. Y su culo me estaba chafando las tetas. Joder, realmente me tenía totalmente dominada.
No te endiendo.- Me dijo ella con su terrible acento. Como puede ser que tenga acento después de tantos años aquí?- Trabajo bien, soy puntual, no te pido nunca nada. Aguanto tus cabreos porque sé que tienes un trabajo importante y me da un poco de pena verte siempre tan tensa.
Pena? Pero que dices? ¿Sabes lo ...