Mi ex cuñadita y yo
Fecha: 12/09/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos
a dos días del fin de mi romance con Estefi, fui a su casa. Me abrió la Pipi, me hizo pasar al living. ¡la tuya se fue a lo de una amiga, y no sé si vendrá temprano!, dijo mientras bajaba el volumen de la tele. Le pregunté a qué venía su tono indiferente, los sms chistosos, y las dos fotitos que me envió por whatsapp en las que está acostadita con las gomas al aire. El resto de su cuerpo estaba bajo sus sábanas. No me respondió con palabras. Se me acercó ni bien me senté en el sillón más amplio, me acarició la entrepierna haciendo irreversible la erección de mi pene y se quitó la musculosa. No tenía corpiño, y estaba descalza. ¡sos un tonto si no te das cuenta!, dijo con la voz en un hilo, y me puso las tetas en la cara. ¡chupalas nene, dale, si yo sé que mi hermanita y vos no cogen hace bocha, y no quiero saber cómo hacés para no cagarla con otra!, concluyó ahora entre algunos suspiros. No lo hice, pero sí se las manoseé, y le toqué los pezones apenas con las yemas de los dedos. Gimió cuando le di un beso en la pancita, y se me despegó por un momento para encender un cigarrillo. Se me sentó encima y, mientras me tiraba el humo del pucho en la cara movía de un lado al otro su colita bandida contra mi verga arropada, me arrancaba los pelitos del brazo y suspiraba cada tanto. Me dijo que no cuando le pregunté si su madre, que todavía era mi suegra estaba en la casa. Entonces me animé a bajarle el shortsito hasta las rodillas. Ni se resistió la pendeja! Ahora sí me dediqué a ...
chuparle las tetas, a manosearle el culo con deseo, y creo que fui yo el que le agarró una manito para hundirla bajo el calor de mi bóxer húmedo de tanta calentura. Ella me pajeó un instante, y justo cuando apoyaba sus labios en los míos, oímos unos pasos. Era un chancleteo pesado el que se acercaba a nosotros, acompañado del toc toc de un bastón rudimentario. Mi suegra se levantaba de su siesta. La Pipi me había mentido. ¡mami, vino Santiago, y como la Estefi no está, le pedí que me explique unas cosas de biología!, dijo la muy descarada, mintiendo una vez más y burlándose de la ceguera de su madre, puesto que no se acomodaba la ropa, y encima me sacó la pija afuera del bóxer y el pantalón. La señora me saludó con un beso, me ofreció unos mates y quiso que hagamos la supuesta tarea en la cocina con ella, para no dejarla sola. No tuve otra alternativa que seguirle el juego a la Pipi. Enseguida yo estaba sentado en la esquina de la mesa, y la Pipi a mi derecha, sin dejar de manotearme el pito, ni yo de intentar introducirle un dedito en la vagina. Pero se me hacía complicado desde mi posición, y ella no colaboraba. Tenía la bombacha re mojada, los pezones erectos y la piel tan caliente como mis huevos. Pero en la mesa estaban sus carpetas y libros, y yo debía simular que le explicaba el funcionamiento del sistema nervioso. Tomé algunos mates y comí una tostada con mermelada. Por suerte mi suegra, más que alguna pregunta aislada no nos interrumpía. Ella escuchaba un programa en la ...