La madre caliente de mi amigo
Fecha: 22/12/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Grandes Relatos,
Autor: paul 24, Fuente: CuentoRelatos
... mirada en la mesa de noche, abajo, sin mencionar palabra alguna, se agacha brutalmente sin flexionar las rodillas, por lo que ese culo enorme apunta firmemente a mi rostro, al mismo tiempo que aquella prenda pequeña se contrae por la fricción, liberando sus nalgas carnosas prácticamente hasta la mitad. El volumen de su culo aumenta por los lados cuando junta los muslos, por lo que sus labios vaginales se apachurran por en medio, dándome cuenta de que aquella perra madura, no lleva ropa interior. - Mier... Da -digo dejando un espacio entre ambas silabas, sin importar que me escuche esta vez. Al escuchar mi voz, aquella voltea el cuello, mirándome sexy. - ¿Pasa algo? -pregunta sonriendo, sexy, aun en la misma postura mientras apoya sus manos en el borde de la mesa de noche. Sus cabellos eróticos, recaen por el costado de uno de sus hombros. - ... Es que... Joder... -susurro mirándole inevitablemente el culo a aquella mujer madura. - Si estas preocupado por lo de mi hijo, te diré que ya hable con él al ir a la cocina -dice, manteniendo su postura. - Bueno... Quisiera saber que dijo -digo aun perdido. - Me dijo que efectivamente se quedara en casa de su padre durante todo el fin de semana -menciona- ... Así que depende de ti, si te quedas... O te vas -agrega tentadora, mirándome fijamente. Noto que su mirada se desvía durante dos segundos delatadores a mi enorme sexo indisimulable. Luego, me mira a los ojos. - Con este terrible espectáculo que tengo en frente ni siquiera pienso ...
... moverme de aquí -digo sin cortes. - Buena elección. Aprenderás mucho la noche de hoy, te lo garantizo -dice, regalándome un guiño cual perra en celo. - Tampoco pretendo quedarme atrás con una cabrona madura como tú -menciono al ponerme de pie suavemente, sin desviar mis ojos de los suyos. Quedo tras de esa enorme papaya, colocando ambas manos en cada una de esas nalgas voluptuosas. Sin pensarlo, doy un azote duro el cual retumba en el ambiente, en una de ellas, dejando ese poto rojizo, con mis cinco dedos de furia grabados en él. - Estabas tardando mucho, cabroncito -dice devolviéndome la palabra- ...Al parecer el amigo de mi hijito ya quiere empezar con la acción, eh... -susurra sexy, mordiéndose el labio inferior luego de eso. Ella desvía la mirada hacia adelante, permaneciendo en su postura, por lo que decido dar otro azote en la otra nalga, emparejando el color... Muy a fuego. - Ah sí! -gime sonoramente para mí, con la mirada ligeramente en el techo. Por un espejo enorme que se deja ver delante de nosotros, logro notar sus tetas recayendo hacia abajo por aquella prenda superior, al mismo tiempo que sujeto sus cabellos con una de mis manos, fuertemente, formándole una coleta de caballo, prácticamente obligándola a mirar hacia arriba firmemente, por lo que ella logra desprender sus manos de la mesa, la cual le servía de soporte. Su espalda se pega a mi cuerpo, dejando sentir mi verga dura apachurrarse por en medio de sus nalgas, aun vestidas. Me acerco a su oído sin soltarle ...