La madre caliente de mi amigo
Fecha: 22/12/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Grandes Relatos,
Autor: paul 24, Fuente: CuentoRelatos
... el cabello y mientras que, con mi otra mano libre, decido empezar a bajarle la prenda inferior por uno de los lados, deslizándolo sin mucho esfuerzo hacia abajo, cambiando de lado luego de eso y repitiendo el proceso. - Sé que te gusta el sexo duro, hijaeputa... Lo noto en la mirada de perra en celo que llevabas desde que abriste la puerta, cabrona -susurro en su oído, mordiendo el lóbulo del mismo luego de eso- ...Que rico hueles, zorra -agrego respirando caliente en su oreja, dejándome sentir. Siento como un estremecimiento recorre su espina dorsal, por lo que esa zorra vieja decide aferrarse con una de sus manos de mi nuca, mordiendo su labio inferior con una sonrisa de puta satisfecha. Aprovecho para jalar su cola de caballo con mi mano firmemente, haciendo que logre apoyar la parte trasera de su cabeza, en mi pecho. Su quijada apunta a la mía, al mismo tiempo que decide apoyar, esta vez, sus dos manos en mi nuca, retrayéndome a su cuerpo. - Apuesto que el cabron amigo de mi hijo desearía follarme de pie, ¿Verdad hijoeputa? -me mira fijamente en la postura, mientras sus enormes tacones realzan su figura. Al formarle aquella cola de caballo, su espina dorsal forma una curvatura, la cual finaliza en el inicio de su buen culo respingón... El cual a estas alturas ya encuentra desnudo, ya que su prenda cede, quedando en el piso, revoloteado con sus tacones. Sin soltarle los cabellos, empiezo a emputecer a mi potra madura con azotes muy sonoros en cada una de sus nalgas con mi ...
... otra mano libre. - Quien manda aquí perra... Dime quien mierda manda aquí -digo repetidas veces sin dejar de majear ese culo con mi mano, mirando sus ojos fijamente. - Sé que te gustaría mandar a ti, pendejo hijoeputa -responde sucia, mirándome fijamente sin soltar sus manos de mi nuca, con las que clava sus garras en mis cabellos. Sin dejar de mirarla y tomándola de los cabellos, rápidamente decido llevar mi mano con la que antes azotaba su culo, a mi cinturón y cremallera. De un momento a otro, mi pantalón cede hasta el piso. Mi verga dura, venosa, y la cual apunta firmemente hacia arriba, se dispara cual corcho a presión desde abajo de mi pantalón. Mi glande se encuentra totalmente rojo, descubierto y con un par de gotas espesas de líquido preseminal en el. - Ahora vas a enterarte cuan cabron puede ser un nene de mi edad. Te voy a percutar la concha hasta que gimas de placer y consiga tu puta miel -digo azotando por última vez ese enorme culo. - Y yo no voy a parar hasta sacarte la última puta gota de leche caliente que tengas dentro para mí, pendejo -dice, separando las piernas, presta a lo que se viene. Sin soltar su cola de caballo, la miro fijamente en silencio al mismo tiempo que tomo mi verga con mi mano, esparciendo aquellas gotas de líquido preseminal en mi glande. Acercándolo a sus labios vaginales, les doy azotes con mi tronco duro, lubricándolo con los jugos de ella esta vez. - Me tienes con el clítoris todo duro, cabron... Y lo sabes -dice mirándome, pero sus ...