Dieciochoañeras muy cañeras
Fecha: 22/12/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Oxcar, Fuente: CuentoRelatos
... el coño mutuamente la una a la otra, mientras yo arriba en mi cama, disfrutaba de las manitas de Sylvia con esas uñas afiladas pintadas de verde esmeralda y la cara de vicio que reflejaba a través de la brillante purpurina que lucía su carita de niña inocente... pero esta niña de inocente no tenía nada. —Quiero ver tu polla, qué grande tiene que ser. Dijo al notar la tremenda erección que indicaban mis bóxers de color azul oscuro, sus manos me agarraron la polla por encima de los bóxers mientras su mano derecha me acariciaba el pecho... me quitó de golpe los bóxers saliendo a relucir, mi pene, 19 centímetros en plena erección con todo el vigor y la potencia de un joven de 21 años con ganas de juerga, no, no es que mi polla sea demasiado grande, las hay mucho mayores, pero también las hay más pequeñas, yo de todas formas estoy gratamente contento con estos 19 centímetros con los que la naturaleza me ha dotado, y mucho más aún con el rendimiento y el juego que le saco en estas situaciones. Los labios de Sylvia fueron recorridos por la lengua que se relamía tras ver mi carne, la mirada de vicio de Sylvia. —Mmm qué polla más grande, qué rica que tiene que saber. Seguidamente mi glande sintió el beso de unos labios desconocidos, bueno no tan desconocidos puesto que mi boca hacía unos 20 minutos había estado conociéndolos a fondo, en la mesita de noche mi móvil comenzó a pegar saltitos, je je, parecía que también se había puesto cachondo al ver el culito de Sylia de reojo atiné a ...
... ver quién era y en la pantallita comprobé que era Lucía, mi ex-novia una chica de Guadalajara con la que salí hace un tiempo: "¡Bah! ¡Qué la jodan!" pensé, seguramente con lo calientapollas que era se habría montado ya muchas fiestecitas como ésta, pues la muy zorra después de dejarme se enrolló con veintiséis pibes así que ahora me tocaba a mí disfrutar. Después de dejar mi móvil apagado y dormidito para que nadie me molestase ni me jodiese la fiesta, seguí disfrutando de los labios y la lengua de Sylvia sobre mi polla... delicioso, realmente lo hacía muy bien, ya veis, otra que seguramente habrá chupado muchas más pollas que yo a mis 21. Su boca acogió mi polla y ella fue deslizando su boca lentamente hasta más de la mitad de su longitud y comenzar un sube baja frenético que me puso a mil... se la sacó de la boca en un momento dado para coger aire lo cual yo aproveché... para ponerme el condón y ponerla sentadita encima de mí, no sin antes dar un buen lametón de nuevo a ese coñito que tanto me había gustado. La encalomé sobre mí y ella comenzó a pegar botes sobre mí y a gritar, con una perniciosa risa sobre su rostro... —Mmmmm sí, fóllame cariño, fóllame... qué bien, siii fóllame... no pares. Mi ritmo aumentaba y descendía según yo quería, aunque ella era la que marcaba un ritmo frenético, un ritmo debido a que ella era más joven y con mucha más energía, y nuestra juventud hizo que aguantásemos bastante rato, estuvimos probando posturas, lo hicimos en la cama, después de ...