Sexo con la tía Mary. La tía me hizo su hombre, yo la hice mi mujer
Fecha: 22/12/2017,
Categorías:
Incesto
Sexo con Maduras
Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos
... quien no existe un vínculo carnal ni de obligación de fidelidad. Pero si recién tengo edad para la licencia de conducir y con Mary nunca hubo más que conversaciones y una breve demostración de cómo mamar tetas. Y ahora sentía esos sentimientos, mis pocos años no me ayudan a procesar estas emociones. Durante la cena no podía hacer otra cosa que rehuir la mirada de Mary, tenía miedo de que se notara ese sentimiento de bronca, celos, y hasta un amague de rebeldía cuando nos cruzábamos. Para colmo ella actuaba como si nada, claro está que no sabía que yo la había visto teniendo sexo. Pasó la cena, Mary había hecho un delicioso postre con frambuesa, era el que más me gustaba, pero no precisamente esa noche. - Qué pasa no te gusta este pastel de frambuesa? Lo hice especialmente para ti… - Es que… hoy no tengo ganas, no sé… creo que no me siento bien… Ya está, mejor me voy a dormir… Sé bien que no estuve para nada amable, que cada palabra que decía me dolía, sentía ganas de gritar mi rabia, expresar el encono. Estaba celoso, ahora puedo comprenderlo, solo quería molestarla, maltratarla, que sintiera lo que me había hechos, me sentía… engañado, cornudo?... Daba vueltas en la cama sin poder dormirme, me levanté para ir al baño, tal vez con la idea de espiarla, de hablarle, pero cómo, qué decir, si era solo un pendejo molesto, celoso pero de qué? Me detuve con la determinación de golpear y encarar la situación, pude ver la luz encendida bajo de la puerta, Volví a mi cuarto, un poco de ...
... cordura y otro poco de amor propio me evitaron el mal momento. Traté de volver al sueño… La noche era lo bastante calurosa, la luz de la luna se había deslizado por la ventana entreabierta para iluminar de plata buena parte del cuarto. Entre sueños siento como si alguien se deslizara en la cama, que estuviera a mis espaldas y si ese alguien pusiera su mano en mi cintura. En un primer momento me parecía estar en medio de un sueño, podía ver el reflejo de la luna alumbrando parte del cuarto, entonces no era parte del sueño, con mi mano puedo sentir que estoy tocando otra mano?.. Shh, shh. Me quedo estático, respondo a la indicación de silencio. Espero sin saber de quién se trata. No siento temor, sólo inquietud, de quien sea. Por la suavidad y la forma de decirlo sé que es una mujer. Espero… - No digas nada! Ni te des vuelta, sólo escúchame. Sabes quién soy, necesito hablarte, no digas nada hasta que termine. Necesito que me entiendas… sé bien que esta tarde fuiste a la caballeriza y me viste con el capataz, te vi pero no te diste cuenta que yo te había visto. Luego durante la cena no tuve oportunidad de explicarme, quería decirte, contarte… que soy una mujer activa sexualmente, que hace tiempo que no tengo una “alegría” y que este señor ya viene buscándome con indirectas y proposiciones desde el año pasado, que nunca había pasado nada entre nosotros, pero esta tarde, conversando contigo a la orilla de arroyo toda esa conversación y luego ver como se te había puesto de dura me ...