Mi sobrina Meli 2o - Relatos Eróticos

Mi sobrina Meli 2o

Hola a todos me llamo Gustavo, para seguir el hilo de los relatos les recomiendo que lean "mi sobrina Meli" bueno al grano, después de nuestra primera experiencia me sentí muy mal, estaba muy nervioso angustiado, con el alma en un hilo, no sabía que podía llegar a pasar, los días pasaban lenta y agonicamente, no podía dejar de pensar en lo sucedido pensamiento de culpa rasgaban mi conciencia. 
Flashback en mi cabeza de Meli en posición de perrito, mi verga entre sus nalgas, sus movimientos poniendo el culito en pompa, el modo en que se sujeto del escritorio para recibir mi pene dentro de ella, la suavidad de su piel, la tibieza de su esfínter tembloroso en mi glande, el olor de su cabello, sus tímidos gemidos suaves y dulces a mi hoy, su vocecita diciendo ay! aia! uhh ! Suavecito, como un secreto, dulce y delicado como un poema dicho al oído. Esos recuerdos llegaban a mi mente como rayos en una tormenta, me sobresaltaba y todo terminaba decantando en una tremendisima erección. Tenía mucha ansiedad de volver a verla, la imaginaba entrando como un ángel a mi casa. 
Paso el primer fin de semana y nada, ni siquiera quería preguntar por la visita de mi hermana, en la siguiente semana ví un comercial de un gel íntimo femenino exitante para mujeres. Corrí a comprarlo no se bien con que intenciones pero tenía que tenerlo en mi poder, cuando llegue a la farmacia, recordé una charla con un amigo mucho mayor el me contó que pudo cojerse a su novia por el culo con la ayuda de una ...

 crema antihemorroidal con calmante, también la compré.
Con todo mi arsenal volví a mi casa fantaseando, las guarde bien en un lugar oculto y a mano. 
Llegó otro fin de semana y otra vez nada parecía que tampoco vendrían, tome mi bicicleta y me dispuse a dar unas vueltas para no estar tan ansioso y distraerme un poco, parecía que la veía en cada esquina.
Volví a casa desesperanzado, casi con la certeza de que este fin de semana tampoco vendrían, a las pocas calles veo a mi hermana entrando a la casa con todo el enjambre de niños, pero no logré ver a Meli apure la marcha para llegar pero lograba verla, terminaron de entrar y yo todavía no llegaba, mi corazón latía como un loco y una sensación extraña en mi estómago daba vueltas.
Llegué al pórtico y dude un segundo, y si fui descubierto y si todo se va al carajo? Tuve miedo de entrar, me quedé un segundo congelado frente a la puerta. 
Pero mis ganas de verla eran demasiadas, a si que entre, a lo lejos escuche como mi madre hablaba con mi hermana y parecía estar todo bien, me acerque titubeante y temeroso, cuando mi hermana me vio me saludo con un afectuoso abrazo y ahí supe que todo estaría bien, mi madre me dice tus sobrinos están en el jardín quieres ir a verlos? A lo que conteste claro, me dirijo al jardín y desde el pórtico me pare a ver, ví a todos los niños y niñas en la piscina gritando saltando jugando alegremente pero encontré a Meli una vez más.
Comenzaba a enfadarme casi indignado por qué al parecer no la habían ...