¡ Al fin cornudo! - Relatos Eróticos

¡ Al fin cornudo!

... frenesí su falo en la vagina de mi señora. Me extasiaba ver y escuchar el goce de mi cónyuge a cada metida, su jadeo, la forma en que le ofrecía cada uno de sus pechos para que el los besara. Ahora el corneador la estaba bombeando frenéticamente y su cuerpo se tensó y comenzó a jadear y a resoplar. En ese momento mi esposa lo jalo del cuello hacia ella, lo enrollo con sus piernas y se fundieron en un prolongado beso. Estaba eyaculando y mi mujer movía sus caderas sus caderas y apretaba sus riñones con sus rodillas para exprimirle hasta la última gota de semen.
Quedaron tendidos largo rato sobre la cama, la acuno sobre su pecho y de rato en rato se besaban tiernamente. Ella le quito el condón que estaba lleno de semen y lo puso sobre el cenicero del buro.
Después se levantó cubriéndose los senos y la vagina con su brazo y mano para entrar al sanitario. Me dio risa su pudor de ese momento cuando había sido testigo de todo lo que antes he descrito. Le dije que no se higienizara, me contesto que estaba muy sudada, pero yo insistí. Se vistieron y salimos del motel. Ellos nuevamente en asiento trasero, ...

... abrazaditos como noviecitos, de cuando en cuando él le murmuraba algo en la oreja y ella se reía y lo besaba. Así hasta que llegamos al lugar que él nos indicó. Le pidió bajar un momento y se dieron un beso largo de despedida. Luego le abrió la puerta para que ella ocupara el siento del copiloto. En la ventanilla me dijo que había sido un placentero encuentro para él y me tendió la mano sellando así el pacto de cornudo con su corneador.
Rumbo a casa le dije que venía muy caliente que estaba muy excitado, pero también contento porque venía muy bien cogida. Me dijo que esa palabra se escuchaba muy vulgar, que ella se sentía muy satisfecha, que quería corresponderme por esa noche de pasión. Le dije que quería repasar y saborear todas las partes que le habían besuqueado, que por eso le había pedido que no se duchara. Contesto que tenía gustos muy raritos pero que deseaba complacerme, le dije que me besara, me recordó que tenía aun el sabor del pene de su picador y quizás hasta sabor del líquido pre seminal. No me importo y la besé, ella entreabrió sus labios y un sabor dulzón pércibi en la boca de mi esposa.