¡ Al fin cornudo!
Fecha: 05/09/2020,
Categorías:
Infidelidad
Tus Relatos
Autor: danzoneroxxi, Fuente: computo.ru
el cuerpo ya casi desnudo de ella. En esa escasísima distancia yo oía el chocar de los labios contra carne, labios contra labios, la respiración agitada de ella que, en momentos, eran resuellos escandalosos de su aliento a través de sus fosas nasales. Veía como entreabría los labios para entregarse plenamente a los besos, miraba el ligero temblor de sus pezones al ser pellizcados o acariciados, percibía la tonalidad rojiza que estaban adquiriendo sus senos, su cuello y sus hombros de tanto besos o mordisqueo o chupetones, contemplaba excitado la forma en que mi esposa estaba siendo agasajada. El arrebol de sus mejillas y su respiración entrecortada evidenciaba lo caliente que estaba mi mujer a consecuencia de la dedicación y esmero con que se aplicaba nuestro nuevo amigo.
En una pausa nuestro visitante puso música en su teléfono y lo coloco en el respaldo del sofá, también se quitó la camiseta para quedar desnudo del torso. Iniciaron nuevamente la sesión de agasaje, pero ahora se estrujaban más intensamente para disfrutar el contacto piel a piel, las manos de él ahora bajaron a sus piernas concentrándose en las rodillas y también en acariciar las nalgas de mi consorte, ella, dándome la espalda, se acomodó para que el pudiera acariciar, a su antojo su apetitoso trasero. Él se levantó y tomándola de la mano la llevo hacia la cama. Fue fascinante verla caminar muy sensualmente. vestida únicamente con zapatillas y tanga, balanceando al compás de sus pasos cada uno de sus ...
glúteos. Con la mano libre me hizo un discreto adiós y solo hasta ese momento me di cuenta de que ella estaba dedicada completamente a disfrutar de su experiencia sin detenerse a fijarse en mí.
En la orilla de la cama volvieron a besarse, pero ahora él le acariciaba las asentaderas. Se acostaron de tal forma que mi mujer estaba en primer plano, en una posición de izquierda a derecha desde mi punto de observación. Volvió a acariciar, besar y succionar cada uno de sus pechos, también acariciaba la entrepierna de mi mujer, pero sin tocar su vagina, se bajó a besarle el vientre arrancando contorsiones de placer de mi esposa, luego atendió con su lengua el cuello y orejas para volver a succionar su vientre. Se colocó en medio de sus piernas y siguió con sus besos y caricias. Hincado sobre la cama procedió a quitarle la diminuta tanga a mi pareja. Ella colaboro levantando sus glúteos. Estaba ya completamente desnuda. Comenzó a besarle ambas piernas por la parte interior hasta que, en un momento, llego a su vagina y mi esposa se estremeció de placer. Desde el sofá solo veía la cabeza del galán moverse rítmicamente y las caricias que, con sus manos, hacia sobre las piernas de ella. Estaba viendo como la lengua de otro saboreaba la vagina y el clítoris de
mi cónyuge y lo que me ponía con el pene rígido era escuchar los leves quejidos de placer y su fogosidad con su amante. Experto en el arte amatorio su aplicación de labios y lengua produjo que mi esposa comenzara a mover la cabeza de un ...