1. ¡ Al fin cornudo!


    Fecha: 05/09/2020, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: danzoneroxxi, Fuente: computo.ru

    ¡AL FIN CORNUDO!
    Lo vimos al pisar el último escalón de la entrada del bar en que habíamos acordado la cita. El distintivo de su cabello lo hacía inconfundible. Ella intento darse la vuelta y salirse del lugar del encuentro, estaba muy nerviosa, la sujeté de la mano con firmeza y le dije suavemente, pero con seguridad, de que entrásemos a tomar una copa para aplacar nuestra agitación ya que a mí me sudaban las manos tan solo de pensar que conoceríamos a la persona que habíamos escogido para abrir nuestro matrimonio a una posible experiencia sexual. Para darle mayor certidumbre le dije que solo ella decidiría si llamábamos o no a nuestro invitado. Ordenamos unas copas y lleve la plática a otros temas para distraer su atención. Luego la invite a bailar pues bien sé que esa es su principal afición. En la pista, después de unas melodías, le pregunte si ya podíamos integrar a nuestra mesa a nuestro invitado. Ella alzo los hombros dándome a entender de me correspondía decidir en ese asunto.
    Discretamente lo llame y él se acercó a saludarnos, dando la impresión, a quienes estaban en las mesas contiguas, de que éramos grandes amigos, obviamente le invitamos a compartir con nosotros. Varón educado, con una conversación fluida y amena causo magnifica impresión, los halagos para mi esposa eran refinados, de buen gusto, su manera de conversar permitió la integración de los tres en una amena charla, hasta hizo un chistecillo referente a la melodía que se tocaba en ese momento y ella se ...
     rio alegremente. Se había roto el hielo.
    Se me ocurrió que estaba haciendo mal tercio y les externe que me daría una vuelta por el centro de la ciudad y que retornaría en un tiempo prudente. Al principio no quería quedarse sola con él ya que algún conocido nuestro podía llegar al bar, la convencí diciéndole que estaría cerca y que si eso sucedía o el invitado se portaba mal solo tenía que marcarme. A mi regreso, transcurrido un poco más de la hora, los encontré bailando. ¡qué cambio! Conozco bien el lenguaje corporal de mi pareja, su nerviosismo inicial se había transformado en regocijo, ambos disfrutaban del baile. Ella fue quien me vio primero y me sonrió, pero siguieron en el zapateado que era la coreografía de la melodía en turno. Después de unos minutos regresaron a la mesa, acalorados pero sonrientes los dos. Cuando ella fue al tocador aproveche para preguntar al invitado cómo iba en su conquista, me dijo que creía que bien pero que estaba esperando mi regreso para lanzarse a fondo. Continuamos la amena charla, pero en un determinado momento él se acercó al oído de mi esposa y le comento algo que no escuche. Se puso roja y sonrió un poco nerviosa. Cuando toco el turno al visitante de ir al sanitario mi esposa comento que le había propuesto ir a un lugar más privado, que deseaba besarla y acariciarla. Me pregunto mi opinión, le respondí que le había pedido, por años, tuviera una experiencia extramarital, pero que la última palabra le correspondía a ella. Me dijo que lo ...
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