Necesito consejo
Fecha: 11/08/2019,
Categorías:
Infidelidad
Hetero
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... -Estoy haciendo el propósito de cambiar y experimentar nuevos placeres. Desde hoy empezaremos de nuevo, te lo prometo. Me vino a la mente algo que había oído en el trabajo, y le dije: -¿Qué te parece si pasamos la noche vieja en un crucero por el Báltico para marcar el cambio y celebrarlo a la vez? -¡Oh! Me encantaría. Has tenido una idea magnífica. Yo misma iré a sacar los billetes y organizar el viaje. Y así lo hicimos. Preparó billetes y escogió destino y el día 28 de diciembre subíamos al barco y un amable marinero nos acompañaba a nuestro camarote, donde nos instalamos cómodamente. -Me gusta. Me gusta mucho. –Le dije Era un camarote amplio, con un baño chiquitín y un gran ventanal al costado del barco. -¿De verdad te gusta? -Sí, sobre todo el ventanal. Esperaba un oscuro camarote con un ojo de buey por ventana. Una vez colocadas nuestras cosas, salimos a recorrer el barco, justo a la vez que la pareja del camarote contiguo. Eran aproximadamente de nuestra edad, ella menos agraciada que mi mujer y algo más llenita. Él un poco más alto que yo, cuadrado y muy varonil. Nos saludamos cortésmente y nos fuimos uno por cada lado. Un barco enorme, con varios comedores, algunos abiertos 24 horas, tiendas, sala de espectáculos enorme, piscinas climatizadas y no sé cuántas cosas más nos explicaron. El barco partió y nosotros fuimos de un lado para otro haciéndonos al lugar, pues teníamos que pasar dos días en él, antes de llegar a nuestro primer puerto. Al anochecer, volvimos al ...
... camarote para cambiarnos de ropa, escuchando una discusión apagada en el camarote contiguo. Salimos cuando estuvimos preparados coincidiendo con nuestros vecinos, que también salían. Yo les dije un simple “Hola” pero él enseguida preguntó si íbamos a cenar. Al responder afirmativamente, comentó de ir juntos y aceptamos. Cuando se presentaron, resultó que éramos de la misma ciudad, aunque vivíamos en extremos opuestos. En el comedor, nos colocaron en una mesa para 6, donde ya había otro matrimonio o pareja sentados. Nos presentamos nosotros, María y Jorge, los vecinos Sofía y Julián y los nuevos Conchi y Alejandro. La cena fue agradable, buena conversación salpicada de comentarios muy machistas, sobre todo por parte de Alejandro, del estilo. -Mira que está buena la de aquella mesa. La tumbaba encima y le reventaba el culo a pollazos. -Mira que eres bruto, Alejandro, que estas personas no te conocen bien. –Le decía su mujer -Es igual, ¿a qué os parece que está para reventarle el culo?, ja, ja, ja. -El culo, el coño y la boca, ja, ja, ja. -Y somos tres, para poder hacerlo por todos los sitios a la vez, ja, ja, ja. Algunos comentarios eran muy subidos de tono, a pesar de que nuestras mujeres nos estaban reprochando constantemente casi todos, y riendo algunos de ellos. Cuando dimos por terminada la cena, fuimos a una discoteca a petición de Julián. Yo no sé bailar, por lo que simplemente los acompañaba. Julián tenía interés en bailar con mi mujer, cosa que no era recíproca, pero ...