Me enseñó mamá
Fecha: 03/08/2019,
Categorías:
Fetichismo
Sexo con Maduras
Tabú
Autor: whotan, Fuente: xHamster
... zona concreta que le manoseaba.Había ocasiones también en que cuando estaba mi padre por casa, un sábado o domingo, que se hacía muy larga la espera hasta poder volver a juguetear en la cama juntos, mi madre provocaba rozamientos contra mis partes con su trasero o, incluso, con su "delantero", notando yo perfectamente, que no llevaba nada bajo la bata, o bien me tocaba mis partes en broma, propiciando que yo actuase a la recíproca, lo cual hacía a la menor ocasión. Se reía cuando notaba que mi pene aumentaba de tamaño y eso provocaba que fuese aún mas traviesa insistiendo en sus manoseos. Si aparecía mi padre, yo me tenía que sentar para que no me notase y mi madre reía a hurtadillas. Yo le decía: "Claro, como a ti no se te nota nada!".Cuando le tocaba a ella untarme con crema en la piscina, yo tomaba igualmente la posición de boca a bajo y ella hacía lo propio conmigo. En una ocasión, estando solos en casa, llegó a manosearme tanto, que provocó que me corriese, soltando ella una carcajada sonora. Yo enmudecí de vergüenza y bajé la cara para que no notase mi turbación. No sabía que hacer, pues estaba manchado completamente el bañador. Ella reía y de repente me dijo: "Me alegro, ahora estamos los dos igual". Yo, sorprendido, levanté la cara y la miré a sus partes, pues estaba sentada junto a mí en posición india y vi, efectivamente, que tenía su bañador igualmente mojado. Al notar mi cara llena de curiosidad, me explicó que a las mujeres también les pasaba algo parecido a los ...
... hombres y cuando alcanzaban una excitación alta, les bajaba el "flujo vaginal" para favorecer la penetración del pene del hombre. Yo me quedé de una pieza, pues nunca había hablado con esa claridad conmigo. Me explicó que yo había alcanzado el orgasmo y que lo que había mojado mi bañador, como ya sabría, era mi semen, pero en su caso era distinto y aún no había tenido un orgasmo. No sabía si era una invitación a que yo continuase en mi labor de manoseo, así es que le dije que si quería tumbarse le daría yo ahora otro masaje. Esta vez estaba decidido a que el masaje no fuese un jugueteo inocente. Ella declinó resueltamente y se levantó del césped, dirigiéndose al interior de la casa. Yo me levanté también, ahora que no me veía nadie, a tratar de limpiarme y cambiarme.Desde su habitación, mi madre me dijo que me cambiase y que me pusiese un calzoncillo o algo así, pues en casa no me veía nadie y podría tomar el sol mejor. Yo, sospechando que mi mama me preparaba alguna sorpresa, obedecí y salí a la terraza de nuevo y me tumbé al sol. Al poco también salió ella, pero ésta vez también se había cambiado y se había puesto una braga-tanga roja y el sujetador a juego igual o mas de descocado que la braga. Yo alucinaba. Me preguntó si me gustaba el conjunto nuevo, afirmando yo de inmediato. Rápidamente se tumbó sobre el césped, a mi lado... y se quitó el sujetador!. Me dijo que si me daba vergüenza verla así, que se lo volvía a poner, pero que ya nos habíamos visto todo y no creía que ...