mi esposa me engañaba segunda parte
Fecha: 22/07/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... llamó, me salí de la casa, pues mi mujer estaba algo cerca y cuando salí, me quedé observándola sin que se diera cuenta y vi que se puso a chatear, supongo con el tipo de la vez pasada. Cuando regresé, me preguntó que con quien hablaba y le conté una mentira relacionada con un negocio que supuestamente estaba haciendo. La noche pasó un tanto intranquila, tanto que cuando mi mujer se me insinuó, me costó bastante responderle, pero al final le di una su buena cogida, que ella agradeció con muchos besos y abrazos románticos. Ese día, la invité a desayunar a un lugar cercano y después del desayuno regresamos a la casa, ella se puso unos pantalones de esos para correr, sandalias y una playera vieja de las mías. Cuando llegó a donde yo estaba, le dije que se pusiera otra ropa, que la quería ver con una falda corta, negra y con puntitos, que le quedaba muy sensual, que no se pusiera ropa interior y que usara unos zapatos color gena de plataforma que le había comprado hace mucho. Me dijo que no, porque se veía como prostituta, --y… no.. ¿Eso es lo que sos pues?—le dije en son de broma y ella hizo una cara de pocos amigos, --jajajaja, no te enojés, es solo broma. Ponéte esa ropa y la blusa aquella negra transparente, de todos modos, solo vos y yo estamos aquí-- No con muchas ganas, se fue a cambiar, --Pintáte los ojos, las uñas, ponéte maquillaje, peináte bonito y perfumáte rico, que quiero disfrutar de tu presencia, porfa—le pedí. Mientras ella estaba cambiándose, llame a Alejandro ...
... para que llegara, él estaba cerca de la casa, así que en cinco minutos, ya estaba dentro de la sala. Le dije que cuando oyera que viniera mi mujer, que se metiera a la cocina, que me diera un par de minutos y luego saliera. Así que lo hizo de esa forma y cuando se oyó que venía mi mujer, se metió en la cocina y me espero. Para mientras, yo agarre a mi mujer de la cintura, le puse las manos en las caderas y comprobé que no llevaba nada abajo y claro, era evidente que bajo aquella blusa negra no llevaba nada más. La agarre por detrás y puse mi pene duro como estaba, dentro de mi pantalón y sobre su falda, presionando sus nalgas. Ella lo sintió y me dijo con voz picara y juguetona --¿Qué cosa tiene allí señor?-- --Jajajaja, una cosa que te gusta mucho—le contesté y la llevé a un sillón de la sala y la senté. –Mirá…fijáte que vino un amigo le dije—y ella se sonrió, creyendo que era una broma, cuando salió Alejandro de la cocina ella se le quedo viendo y se intentó tapar con los brazos lo evidente de sus pechos tras la blusa. Me vio con una cara del diablo y se quedó callada. –Mirá Alejandro, te presento a mi esposa-- --¡Mucho gusto señora! Su esposo me ha hablado de lo bonita que es usted, pero realmente me doy cuenta que se había quedado corto. ¡Qué bella es usted!-- Le dijo y ella se quedo como en shock, se quedo enojadísima conmigo, pero ya no le tenía miedo a sus enojos. –Gracias—se limitó a contestar. –Sentáte Alejandro—le dije a aquel nuevo amigo y le pedía a mi mujer que ...