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La ahijada de mi tía me regaló una tarde erótica
Fecha: 16/06/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Autor: Caballeroazul, Fuente: CuentoRelatos
... mi mano fue descubriendo que al abrirse y al cerrarse sobre él le aumentaba el placer y por supuesto la humedad. Tatty paulatinamente fue acelerando las contracciones de su coñito mientras que sus gemidos delataban su excitación. Mis ganas de metérsela eran tremendas; así que, sin más excusas cogí mi verga por su base, la dirigí a su entradita; así bocabajo como estaba, y empecé a empujársela mientras que con mi izquierda acariciaba sus nalgotas que aún las mantenía elevadas. Ante mi primer embiste Tatty protestó con un sonoro y quejumbroso: ―¡Auuusshhhh…!!!, pacito, pacito, que duele…!!! Pero, para entonces mi falo ya había tropezado con su himen y se lo había llevado de encuentro "hasta el rincón de las ánimas" (como suele decirse en el fútbol). La sensación que en aquel momento sentí fue lo máximo, fue como volver a nacer. El quejido que mi verga arrancó de los labios de Tatiana al abrirle su coñito fue como un renacer para mí. Entonces, saque me pedazo de su pequeño huequecillo y al verlo embadurnado con su sangre, me sentí orgulloso de mi suerte y empecé a ensartársela con toda la maestría que mis años de experiencia me otorgan. Mi tarea no tardó en dar sus primeros frutos y ...
... pronto tuve a Tatty jadeando y bamboleando su cola para darse más placer. Aquella pose la enloqueció y así la tuve por largo rato, hasta que decidimos probar nuevas posturas. Su coñito me estrujaba la verga cada vez con más entusiasmo; pero, no logró doblegar mi resistencia y le trabajé su agujerito por cerca de una hora hasta dejárselo bien habilitado; porque eso sí, uno debe darle a la mujer un buen estreno para que nunca más vuelva a dolerle al hacerle el amor. Después de varias poses la coloque debajo de mí y con sus piernitas recogidas sobre sus tetitas le aceleré a mis embestidas hasta hacerla correrse por enésimas vez; entonces concentré todos mis sentimientos en aquel maravilloso momento y descargué todo mi leche dentro de su cuevita recién estrenada. Aquello fue maravilloso; yo descargándole todo mi semen y ella gritando y pataleando al mismo tiempo. Cuando ambos descargamos todo sucumbimos a un profundo sueño que duraría varias horas. Cuando desperté Tatty aún dormía. Desde entonces han pasado más de dos años y aunque Tatty tiene como novio a un tal Enrique y yo también he tenido otras parejas, ambos seguimos acostándonos cada vez que podemos y espero que continuemos así.