1. EXTRAÑO TU BOCA, Y TÚ A LA MÍA (3)


    Fecha: 26/12/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Mar1803, Fuente: SexoSinTabues

    ... lengua entrara sin dificultad y saboreara lo más que pudiera de tu cavidad húmeda. Mi respuesta eran más lengüeteos que hacían cerrar tus ojos y gritar: —¿Te gusta la lechita que mami le sacó a papi? Lo exprimí mucho pensando en las mamadas que me das. ¡Mama, Nene, mama! Con más expresiones similares me motivaste a seguir chupándote el fragante sexo, revolviéndome el pelo, viniéndote una y otra vez, gritando “Mama, mama, Nene!” en cada orgasmo que llegaba. —¡Mama, mi niño, mama! ¡Trágate toda la lechita que te trajo mami ordeñando al cornudo de papi! ¡Lo haces riquísimo, lámeme los labios, chúpame el clítoris, hazme venir muchas más veces así, mi Nene! —decías tratándome como a un hijo pequeño, aunque eras varios años menor que yo, me gustaba el juego y lo asumía. —¡La leche está riquísima mamita, papi da mucha leche y tú nos sabes exprimir muy bien! —¡Nunca te va a faltar lechita para que mames así de rico, Nene! Voy a cogerme diario a papi para traerte mucha todos los días! —seguías gritando hasta que después de otro orgasmo, abriendo los brazos en cruz, te quedaste quieta —Me gusta este botoncito todo rojo de tanta fricción del palo de papi y de mi lengua —te dije antes de succionarte el clítoris. —¡Qué rico chupas, Nene, me haces venir otra vez más, sigue mamón, sigue! —me pedías a gritos y en cada grito, con espasmos y temblor de los cuatro labios, llegaba una nueva oleada de flujo tibio cuya viscosidad y sabor disfrutaba metiendo más mi lengua en tu raja. —¡Ahh, ahh, ...
    ... ahh...! ¡Más adentro, Nene, más...! ¡Ahh, ahh, ahh...! No sé cuántas veces te viniste, pero exhausta y entre resuellos alcanzaste a decirme “Ya no, Nene, déjame descansar…” antes de quedarte inmóvil. Dejé de chuparte y te abracé de las nalgas descansando mi rostro en tu panza y aspirando el aroma de tu sudor y tus venidas. Al poco rato, cuando ya estabas sosegada, me mamaste un poco la verga y te la metiste cuando se puso completamente dura. “¡Qué rica verga!”, gritabas cerrando los ojos mientras cabalgabas, y yo imaginaba que esa era la escena que habías tenido en la noche con tu marido. Nos venimos juntos y te desplomaste sobre mí. —Ya fue mucho por ahora. —Dijiste dándome un beso y empezaste a vestirte. Sí, en menos de doce horas te habías venido muchas veces. —¿Te gustó, mi Nene? —preguntaste con alegría. —Sí. ¿Cuándo me vas a traer más lechita? —Cuando me lo pidas, me pongo muy caliente cuando cojo con mi marido al pensar en lo que me harás tú. —¿Te gusta coger con él? —Sí, pero ayer a él le gustó más por lo excitada que yo estaba imaginando tus chupadas. Claro que mi esposo no supo por qué me ponía tan caliente cada vez que él se venía. —El lunes también quiero mamarte la panocha, así: cogida. A ver cómo le haces para no limpiarte la pucha el sábado ni el domingo ni el lunes en la mañana. Creo que estará bien que el viernes en la noche te bañes antes de acostarte. Coge lo más que puedas el fin de semana. —¡No! ¿Cómo voy a estar sin bañarme dos días? —Yo te baño el lunes, ...