Historia de Lidia
Fecha: 14/10/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Anal
Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos
... entrada se le volvió a parar y comenzó a acariciarme y besarme mientras su verga dura se restregaba entre mis piernas, queriendo entrar en mi cuevita, yo no podía creerlo pero yo también volvía a tener ganas y otra vez volvía a estar mojada, por lo que no dude en ayudarle a que me la metiese y comencé a gozar, no bien su verga ingreso en mi concha. No podía creerlo pero volví a acabar cuatro veces antes de quedar casi desmayada ¡y el muy hijo de puta la seguía teniendo dura! Le dije “espera que tengo que sacar el pollo del horno” y él me dijo “deja, lo saco yo, ya que para que me salga la leche falta mucho”. Sacó el pollo del horno y lo trajo a la cama, donde no solo estábamos cogiendo sino también comiendo, comimos y antes de darle al postre nos matamos, mejor dicho me mato con una cogida que me dejo, después de cuatro orgasmos, patitiesa. Recuerdo que no bien dejo de darle al diente, comenzó a acariciarme el muslo, mientras me decía “la pata del pollo estaba buena, pero ésta está mejor”. Me asombré por la facilidad con que me lubriqué, ya que no bien comenzó a acariciarme, sentí como me comenzaba a mojar, de tal forma que cuando sus labios comenzaron a sobar mis pezones, estaba totalmente lubricada, que digo lubricada, estaba encharcada. Mis pezones, son gruesos y largos, creo que debido a haber amamantado dos hijos durante mucho tiempo; lo cierto es que sus besos me los hicieron parar con lo cual mis tetas quedaron un espectáculo, ya que grandes como son, aun duras y ...
... coronadas con unos pezones, gordos, largos y duros lograron que su verga nuevamente se parase. Al sentir como esa dura poronga aumentaba su tamaño contra mi muslo, no solo me mojé sino que me dieron ganas de chuparla, por lo cual comencé a bajar hasta que mis labios la tocaron y ahí empecé a darle una mamada, de esas que yo sé dar, para sacarle la leche que tenía acumulada en sus huevos y que yo adivinaba que tenía por el tamaño que estos tenían; pero no llegue a darle más de tres chupadas que me la sacó y me dijo “vos sola no, yo también quiero hacerte gozar” y dándose vuelta quedamos en un hermoso 69. No bien metió su lengua en mi cuevita y comenzó a moverla llego mi primer orgasmo, por lo cual él viendo lo caliente que estaba me dijo “de tan caliente que estas, no bien te empiezo a besar acabas y como a mí me gusta verte acabar, te la voy a ensartar” y sin darme tiempo a decirle nada se da vuelta y me la mete mientras sus labios succionan mis pezones; Entre una cosa y otra comienzan a llegarme los orgasmos como una catarata ya que en unos quince minutos de bombeo frenético acabo tres veces. El pendejo quería seguir dándome matraca pero yo estaba muy dolorida por lo cual le dije “espera, comamos el postre”, a lo cual me contesto “vos sos el mejor postre” y siguió dándome, pero la verdad es que, si bien estas palabras pronunciadas por un joven al que duplicaba largamente en edad me hicieron sentir muy bien, la pija que entraba y salía de mi concha más que placer me daba dolor, ...