1. Historia de Lidia


    Fecha: 14/10/2017, Categorías: Sexo con Maduras Anal Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... el colectivo había frenado de golpe por un inconsciente que se le cruzó pero que no pasaba nada, que todo estaba bien, él me agradeció y abrió su maletín y comenzó a leer un apunte que llevaba en él, yo le pregunte qué era lo que hacía porque me llamo la atención que se hubiese dormido no bien se sentó; entonces él me comentó que lo que pasaba era que dormía poco porque trabajaba y estudiaba y que además como vivía en el gran Buenos Aires, debía viajar mucho, que ese día por ejemplo había trabajado desde las siete hasta las doce, que a las dos de la tarde ya estaba cursando una materia en uno de los anexos de la facultad y que a las siete cursaría otra en la central, por eso ahora estaba viajando hacia ella. Yo, como buena madre, me sentí conmovida por su esfuerzo y le pregunté qué iba a hacer hasta las siete ya que faltaban casi tres horas, él me dijo que cuando llegase a la facultad se iría a un aula desocupada y en ella estudiaría hasta la hora de cursar; entonces yo le pregunté si no quería venir a merendar a mi casa, que estaba cerca de la facultad, así se le pasaría más rápido el tiempo. Juro que lo hice por compasión, por instinto de madre, no por otra cosa. Él aceptó, vino a mi casa, merendó, charlamos un rato y luego se fue a estudiar. La conversación que tuvimos fue sobre sus cosas, lo que hacía, lo que estudiaba, lo que quería ser, ya que yo sentía que era mi hijo pequeño y como no lo veía de otro modo le dije que cuando quisiese viniese y merendase o descansase ...
    ... en mi casa. Cuando se fue pensé en lo que había pasado y me alegre de haber ayudado a ese joven, que entre otras cosas me confirmó que tenía 21 años, ya que podría ser mi hijo; sinceramente no lo veía de otra manera. Al día siguiente no vino, motivo por el cual no me acorde de él, más si apareció al otro día; me sorprendió escuchar el portero eléctrico, ya que no esperaba a nadie, pero cuando me dijo quién era inmediatamente lo recordé y recordé que en la charla que habíamos tenido me había dicho que solo los miércoles y viernes cursaba tarde y noche y por ende que tenía esas horas libres; inmediatamente lo deje pasar y comenzamos nuevamente a conversar sobre nuestras vidas. Al rato hago la merienda y nos ponemos a tomarla, sentados sobre la cama, ya que mi departamento es de solo un ambiente, por lo que mucho espacio no tengo, entonces utilizo la cama para sentarme y apoyo en un mueble las tazas y los platos, estábamos en eso cuando de pronto se da vuelta hacia mí y me da un beso, sorprendiéndome, me alejo de él diciéndole “¿Estás loco?” A lo que él me responde diciéndome “Sí, estoy loco por vos” y me vuelve a besar, mientras me agarra de la cintura. Yo hacía ya casi tres años que no estaba con un hombre, pero sabía lo que podía pasar si lo besaba por lo cual, ya que era mucho menor que yo, y no se me había ni siquiera pasado por la cabeza que podría ocurrir algo entre ambos, inicialmente, me contuve para no besarlo, pero sus besos eran tan insistentes y sus brazos me tenían ...
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