Historia de Lidia
Fecha: 14/10/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Anal
Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos
Me paso a presentar: Mi nombre es Lidia, soy salteña, hoy tengo 54 años, soy viuda desde hace unos meses, tengo dos hijos, mi hijo es el mayor y tiene 35 años y no me ha dado, aun nietos, mi hija es la menor, tiene 33 años y me dio dos nietos. Me case a los 15 años con un hombre de 27 años, que era el hijo del capataz de mi padre; con él estuve casada 7 años, conocí lo que era el sexo y tuve a mis dos hijos, luego me separe de él y me vine a vivir a Buenos Aires a la casa de una prima con mis dos hijos pequeños. Nunca me separe legalmente, de allí que hoy, después de su muerte, sea viuda, y nunca volví a casarme ni a convivir con un hombre. Estoy viviendo sola desde hace casi 10 años, ya que hace ese tiempo se casó mi hija que era la que vivía conmigo desde que mi hijo se había ido a vivir con su pareja. Mientras estaban mis hijos nunca había estado con un hombre, no porque no hubiese tenido deseo, o porque nadie se me acercase sino porque dejaba de lado mi deseo para dedicarme de lleno a mis hijos; solo cuando la menor de mis hijos dejo mi casa volví a pensar en mí y, me permití volver a estar con un hombre, aunque no conviví con ninguno y ninguno estuvo conmigo más de un año. Soy una mujer normal de 54 años y digo normal porque habiendo llegado a esta edad, habiendo amamantado a dos niños, los pechos ya están grandes y un poco caídos, no mucho pero ya no tienen la turgencia de los 20 años, con un cuerpo si bien delgado ya formado con cuantas curvas pueda uno imaginar. Para ...
... que se hagan una idea de mi les diré que peso 67 kilos distribuidos en 1,63 metros de altura y medidas de 110 - 70 - 100. Como verán soy bastante normal. En mi vida solo ha habido 3 hombres, aparte de mi marido, todos después de haber comenzado a vivir sola, esto lo digo para que se den cuenta que no he sido una casquivana, y de ellos quiero relatar lo que me paso hace poco tiempo con un joven al que llamaré Alberto. A Alberto lo conocí cuando yo tenía 52 años un día en que volvía en el colectivo 36 de hacer masajes a una señora mayor que se había caído y necesitaba hacer kinesiología después de haber tenido el yeso un mes en su codo. Bueno como decía yo volvía en el colectivo, eran casi las cuatro de la tarde, por lo cual el colectivo no estaba repleto, pero si estaban casi todos los asientos ocupados salvo tres o cuatro, uno de ellos era el que estaba a mi lado, de pronto en una parada suben dos personas, una mujer y un joven, la mujer se sienta en uno de los asientos vacíos y el joven se sienta a mi lado; hasta ese momento solo me había llamado la atención su altura, pero a las dos cuadras me llamo la atención el darme cuenta que se había dormido, me salió el alma de madre, ya que tendría unos 21 o 22 años y me pregunté a que se debería el que tuviese tanto sueño como para dormirse no bien se sentó. Estaba pensando en esto cuando el colectivo pega una violenta frenada, por un coche que se le atravesó; el joven se despertó sobresaltado y yo le dije que no se preocupase que ...