1. Compartiendo a Brenda, mi esposa


    Fecha: 20/10/2018, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    ... pensé que mi hermano… haaaaa que rico. —Así me gusta, que hagas ruido, que sepa que la estás pasando bien. Vamos a ver a qué sabe esto-se arrodillo y pude sentir su lengua en mi panochita, parecía que me quería devora y no tarde en tener un orgasmo. Luego se levantó y me beso. —Mira que sabes delicioso hermanita, ven y prueba a tu hermanito-la arrodille y me baje el pantalón, parecía espantada. Pero su boca no lo estaba. Comenzó a mamar y poco a poco sentía que me venia. Pero logré contenerme. —¡¿TODO ESTA BIEN AHÍ DENTRO?! No pude evitarlo y traté de frenar esa locura, ¿en que pensaba? Yo sabia que mi cuñado se moría por Brenda y yo, se la entregué en charola de plata. —¡Si cuñado, y disculpa que tu mujercita no responda. Es que tiene la boca ocupada! Me hervía la sangre, pensaba en tumbar la puerta y partirle la madre a ese imbecil. En lugar de eso salí y encendí un cigarro. Aunque no terminaba de entender lo que había echo. —¡Esggpegga! ¡Nogh caggbee todaaaggggh! -mi garganta me dolía, mi hermano empujaba su venga hasta el fondo y no me daba respiro. Nunca tuve una verga tan grande en mi boca. Y aunque escuchaba la voz de mi marido, no entendía lo que decía. —Ahora levanta la cara, quiero que me mires mientras me la chupas-seguramente mi cuñado me va a echar a patadas, así que voy a disfrutar hasta el último momento. Nunca pensé ver los ojos de mi hermana con lágrimas en los ojos, y que mi verga en su garganta fuera la causa me excitaba aún más. De pronto me vino la idea, ...
    ... si subía a la azotea, podría ver que mierda estaba pasando en esa habitación. Sin dudarlo solté la colilla del cigarro y salí corriendo. Al llegar, me tumbe y me acomode a ver por una rendija y aunque no se veía muy bien, pude ver como mi mujer se colocaba en cuatro sobre la cama. Traía puesto un vestido que no le conocía y que no le quedaba. Sus nalgas se asomaban y la tanga apenas y le cubría. Mi cuñado se agachó hasta tener su lengua en ella. Pensé en gritarle que parara, pero algo curioso pasó. Mi Brenda movió su tanga a un costado para que su hermano pudiera disfrutar por completo de su panochita. Brenda… lo estaba… disfrutando? —¿Te está gustando? ¿Que tal probar a tu hermano?-podía sentir por completo la cara de mi hermano entre mis nalgas, su aliento en Me provocaba espasmos y su legua me tenía loca de placer. —Por favor no pares… sigue así! Así! ASÍ! El hijo de puta solo tenía que poner su semen. Solo eso. Y ahora tenía su puta cabeza hundida en las nalgas de Brenda. Y creo que había olvidado lo buena que está, empinada y con las piernas abiertas se le ve un culo inmenso, redondo, delicioso. Se me está parando la verga. —Por favor… ya metemela! Ya no aguanto -Tenia años que no sentía un orgasmo, Ramón siempre estaba cansado y cuando teníamos sexo, solo se montaba en mi y terminaba de inmediato. Había olvidado que rico es que te traten como una puta. —Trae acá esas piernas hermanita. Hagamos un bebé. Volteo a Brenda y se montó las piernas en sus hombros, le escupió en ...
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