1. Tres primas, tres pitbulls


    Fecha: 12/10/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Key-Q, Fuente: SexoSinTabues

    ... rodillas?, y tercero jamás creí que se pudiera ni vi a una mujer realmente abotonada por un perro". Cuando por entre mis cabellos que me cubrían el rostro, observé como la delgada tela de algodón del pijama de papá dejaban en evidencia la erección que estaba experimentando. Y en dicho momento un espasmo involuntario sacudió mi vientre, con lo cual sacudí mis caderas un par de veces de arriba para abajo y papá se agachó a mirar más de cerca, mientras con una de sus manos trataba de agachar su miembro que ya estaba totalmente erecto levantando de sobremanera su pantaloncillo. Como que él tiritaba de excitación y en su afán de ver más de cerca casi metió su nariz en mi abotonada con Ricky y producto de su agachada apoyó su tibia mano en mi anca, entre cadera, coxis y glúteo, lo que me produjo un intenso escalofrío que hizo sacudirme nuevamente y no pude evitar el seguir ordeñando a mi perro que estaba en plena eyaculación, pese a estar papá ahí mi vagina no dejaba de contraerse recibiendo gustosa toda la leche de mi perruno amante. Yo la muy estúpida y caliente no salí a ver que no hubiera nadie en casa, cosa que normalmente y por simple intuición hago cuando me levanto a orinar antes de encamarme con Ricky. De haberlo hecho hubiese evitado este bochornoso incidente que me tenía extremadamente avergonzada y a papá temblando a un costado mío sin saber que hacer, pues lo escuche decir "¡¡¡Por la misma mierda. , no se que hacer!!!" mientras respiraba agitado y yo veía tiritar sus ...
    ... piernas. , a lo que le respondí "papito relájate por favor", pensando que le podía pasar algo. , y él me pregunto "¿en serio quieres que me relaje?". , "si papito porfiss" le respondí al momento que giraba mi cabeza para verlo mejor y llevarme la sorpresa que el temblor de sus piernas no era de nervios sino debido a la tremenda masturbada que se estaba dando con sus ojos clavados en mi entrepierna. Gracias hija me dijo al momento que se subía a la cama y posicionaba sus pies a cada costado de mis pantorrillas, lo que me hizo pensar que quería acabar sobre mis nalgas o algo así. Pero me di cuenta que no siguió masturbándose e inclinó sus rodillas para afuera como unas patas de rana acercando su sexo a la unión de los nuestros. , y era lo que me temía. , en el espejo de mi cómoda vi que se echó saliva en los dedos de una de sus manos que luego untó en mi ano, mientras con la otra hacía palanca en su pene agachándolo en dirección a mi pequeño orificio. , sentí su glande jugando un poco en la entrada y luego de hacer un poco de presión este entró, pero solo unos 3 ó 4 centímetros pues no daba más adentro. , luego escupió directamente ahí e hizo una seguidilla de mete y saca con esa cosquillosa puntita. Pese a saber que se trataba de mi padre, se me hizo tan agradable eso que alcé aún más mi trasero como pidiendo otro tanto de aquello. Papá había sacado su glande de la entrada de mi ano y abriendo este con ambos pulgares, echo más saliva pero en el interior e introdujo uno de ellos ...
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