Tres primas, tres pitbulls - Relatos Eróticos

Tres primas, tres pitbulls

... lo logramos, pudiendo ver por debajo de mi axila derecha como se iban acercando los 4 ó 5 centímetros desenfundados del miembro de Ricky en cada empujón de sus caderas y al retroceder se volvía a guardar, pero una vez que acertó me lo mandó a guardar a mí. , en tres o cuatro estocadas su funda quedó totalmente arremangada entre mi sexo y sus testículos, los que se bamboloteaban al mismo ritmo que me estaba bombeando. Esta mezcla de ver y sentir, incrementó notablemente mi lívido haciéndome llegar muy rápido a mi orgasmo, incluso antes de comenzar a percibir la eyaculación de mi perro ya estaba experimentando esos deliciosos espasmos vaginales que hacían vibrar todo mi cuerpecito. En cada ocasión durante 2 semanas, cuando me penetraba me invadía esa sensación como de liberar tu orina cuando tu vejiga ya no te daba más luego de haberse contenido por largo rato, pero multiplicada por 10. Era una explosión de placer el sentir entrar su pene y percibir lo rápido que se hinchaba antes de iniciar su eyaculación, varias veces me oriné cuando recién estaba en su mete y saca. Y de tanto hacerlo mi vagina ya estaba irritada, no se si por el roce de nuestros sexos o por efecto de la química de su semen, pero me ardía bastante y tuve que comprarme un ungüento de bebés para echarme por las noches. Hacía alusión a esas 2 semanas, porque mas o menos pasado ese tiempo luego de haber comenzado nuestra relación de pareja con Ricky. Una mañana de un lunes cuando estábamos en nuestra primera ...

... incursión del día, la que hacíamos en mi cama poniendo yo una toalla bajo y entre mis rodillas para que recibiera nuestros residuos - ya cuidaba mis rodillas porque se enrojecían mucho y para mi cintura me ponía un polerón grueso pues sus uñas me raspaban bastante - ya me había penetrado y yo gemía de placer para evitar orinarme sobre mi cama, a sabiendas que esa primera del día era la mejor pues mi perro estaba más repuesto y su eyaculación y abotonada eran más largas permitiéndome gozar por varios minutos de este sexo animal. Cuando entre mis sollozos siento unas pantuflas chancletear por el pasillo y entré en desesperación pues la puerta de mi habitación estaba abierta y Ricky me tenía totalmente anudada, estaba ya volteado para atrás y yo pujé y jalé tratando que se saliera, pero cuando miré de reojo para atrás hacia la puerta veo la silueta de papá y rompo en llanto diciéndole "¡¡¡Fue un accidente, me pillo descuidada, yo traté de sacármelo de encima pero no pude, me gruño y me mostro los dientes. , no es lo que piensas, yo me iba a ir a bañar por eso estaba sin calzones. , no se que le pasa a este perro que anda tan caliente. , y justo se desquitó conmigo. , ayúdame por favorrrrr. , snif, snif, snif. !!!" Y luego de unos eternos segundos de silencio, prendió la luz de mi habitación y se acercó al borde de mi cama, diciendo "Primero que todo, no creo tu historia porque yo te escuche gemidos de placer y no gritos de desesperación, segundo ¿Qué hace esa toalla ahí bajo tus ...