1. Quien con niños se acuesta...


    Fecha: 14/09/2018, Categorías: Infidelidad Autor: PATRI81, Fuente: CuentoRelatos

    ... ponía cara de más sorpresa. Termino de arreglarlo y me dijo que ya estaba. Se despedía cuando le dije que se quedara un rato, que así no me aburría. No tuve que hacer ningún esfuerzo, se quedó sin necesidad de decir nada más. Volvimos a sentarnos en dos sillones enfrentados. Me hacía gracia como trataba de esconder o disimular la erección que tenía. Para hacerle rabiar más, me senté en el mismo sillón que él, me senté de lado y coloqué las piernas de tal modo, que tenía que tener una visión perfecta de mi chocho. Diego volvió al asunto de las fotos y eso nos llevó a hablar de la pareja, del sexo. Estaba un poco verde, saque la conversación, sobre los tríos y casi se atraganta. Me pregunto con timidez si nosotros hacíamos tríos y yo le dije que de momento no, pero que si encontrábamos al hombre ideal sería interesante. Se quedó sin palabras solo miraba atentamente y sin saber que decir. Estaba además de excitada envalentonada y le pregunte si él se atrevería, siempre que no me viera mayor, lo dije esperando la respuesta de que no me veía mayor y casi acierto. Enseguida me dijo que yo no estaba mayor, que estaba muy bien y varias lindezas más. Pero no me contesto a lo que le pregunte. Decidí no insistir y el no dejaba de mirarme por todos los sitios y se tocaba disimuladamente su paquete. Sorprendiéndome con una pregunta, me pregunto si le estaba provocando, si lo había planeado. Me recupere de la pregunta y le dije que encantada le contestaría, pero antes me tenía que ...
    ... contestar lo que yo le había preguntado. Ahora si le vi más firme, me dijo que no sabía si sería capaz estando mi marido delante, pero que lo mismo se podía intentar. Entonces yo le dije que sí, que lo estaba provocando. Fue decirle eso y transformarse, se lanzó a besarme, no me lo esperaba, pero menuda lengua tenía el chaval. Besaba bien, muy bien y no tardo nada en meter una mano entre mis piernas, tocándome todo el chocho. Además de excitada, me hacía gracia cierta brusquedad en lo que hacía. Trataba de tranquilizarlo, pero estaba muy salido. Atropelladamente trataba de quitarme el vestido, le pedí tranquilidad y le dije que se desnudara mientras lo hacía yo. Me quede desnuda rápido, ya que solo fue quitarme el vestido, sus ojos se clavaron en mí y los míos se clavaron en su rabo. No era muy grande, pero sí muy grueso. Me senté y estiré las piernas, tocándome para él, eso me hizo sentirme muy guarra pero totalmente excitada. Diego se acercó y le indiqué que me comiera el chocho y lo tuve rápido entre mis piernas. Tuve una agradable sorpresa, porque tenía buena lengua y lo comía muy bien, sabía lo que se hacía. Me deje llevar y gemía sabiendo que Juan me estaría oyendo, porque donde estaba él no me podía ver. Aunque sabía que estaría cachondísimo y eso me ponía más a mí. Me hizo tener un orgasmo muy rico. No paraba seguía comiéndome toda y le hice parar llevándolo a mi habitación, así Juan podría verme bien. Estando en la cama quise hacerle una mamada, pero no me dejaba, me decía ...
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