1. Quien con niños se acuesta...


    Fecha: 14/09/2018, Categorías: Infidelidad Autor: PATRI81, Fuente: CuentoRelatos

    ... se me veía todo, no era normal recibir así a nadie, no se dejaba nada a la imaginación y encima Juan quería que fuera sin ropa interior, sin sujetador todavía tenía un pase, pero sin nada debajo, no, me negaba, si me puse de medio lado y se me veía el inicio de mi culo. Me negué, aunque vi cómo le cambio la cara a Juan. Cenamos y después nos pusimos a ver la televisión, sentados juntos le expresé mi temor a que Diego se sobrepasara, porque no sabía qué hacer en ese caso y Juan me animaba y me consolaba diciéndome que si se diera el caso actuara como buenamente supiera. Juan se fue temprano a dormir y yo me quede viendo el programa que había. Ahí en el salón, me notaba nerviosa, alterada y excitada. Me estire a lo largo del sillón y lleve una de mis manos a mi chocho que lo toque y lo toque hasta que me vino un fuerte orgasmo, lo hice pensando en Diego, en diferentes situaciones, no me dejo saciada y me seguí tocando hasta tener dos orgasmos mas, donde también me venían recuerdos del fin de año. Decidí dejarlo porque al final no pararía y me fui a dormir. No dormí nada bien y me levanté temprano y excitada por el olor a café y tostadas. Juan me había preparado un buen desayuno. Seguí pensando que ponerme y volví a rebuscar entre la ropa de primavera y verano, que era la que más se prestaba a ese momento. Encontré una prenda que era parecida a la camiseta, era un vestido un poco más largo, de rayas rojas y blancas, que, si se dejaban los botones adecuados sin abrochar, se veía ...
    ... un bien escote y las piernas se veían bien sobre todo los muslos sin ser algo exagerado. Me lo probé y Juan me hizo sentarme donde se supone que estaríamos, él se puso enfrente y me indicaba en las posiciones que se me veía más, etc. Tanta planificación me ponía nerviosa. Quiso que me quitara las bragas y me decía que así estaba mejor, que todo dependería si yo quería que el viera, abriendo un poco las piernas o no. Le dije que no, que llevaría ropa interior abajo. Después de una pequeña discusión acepte y le avise de que luego no se quejara. Yo ya estaba vestida como recibiría a Diego y Juan ultimaba su ubicación para poder ver y oír sin que Diego lo supiera. El tiempo se había ralentizado y mis nervios habían aumentado. Por la ventana lo vi llegar y se lo avisé a Juan, quien se fue a su escondite, que era otra habitación, que había dejado completamente a oscuras. Respire hondo, resople y trate de tranquilizarme que no se notara mi estado de nerviosismo. Aunque le dije a Juan que no me iba a desabrochar ningún botón, cuando oí el timbre y fui a abrir, me desabroche varios, dejando a la vista un buen escote. Sin más, abrí la puerta. Como le suele pasar a todos los hombres, no lo pudo evitar, me saludo mirándome a las tetas. Era difícil que se diera cuenta de mi nerviosismo porque él lo estaba más. Antes de empezar le invite a un café que ya lo tenía preparado y mientras lo tomábamos, me pregunto qué era lo que le pasaba exactamente al ordenador, le explicaba la verdad de lo ...
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