Amalia en Benidorm - Relatos Eróticos

Amalia en Benidorm

... estaba haciendo pues disfrutaba mucho. Era tan intenso el gusto que ambos estaban experimentando que no cambiaron de posición aun cuando mi mujer alcanzó tres orgasmos más que la hicieron gritar de gusto, Rafael al escuchar las expresiones de placer de mi mujer incrementó el ritmo de sus entradas y salidas para lograr el también el orgasmo, el cual alcanzó en poco tiempo, clavando su polla hasta el fondo de la empapado coño al momento en que derramaba todo su leche. Mi mujer al sentir el chorro de leche que le estaba echando en su coño, tuvo otro orgasmo, el cual fue muy abundante y placentero. Rafael no se movió después de terminar, esperando que su polla se saliera por sí sola del coño de mi mujer, quien en cuanto sintió que la polla se le salió tuvo que levantarse para dirigirse al baño, pues su último orgasmo fue tan intenso que le empezó a escurrir un grueso hilo de líquido viscoso y caliente por las nalgas, impregnando un poco de él en la sabana. Al ponerse de pie sintió como continuaba escurriéndose la leche mezclado con sus jugos por sus muslos, por lo que de inmediato se fue a la ducha para darse un baño y esperar a que acabara de escurrirle todo de su coño. Rafael se quedó acostado en la cama y encendió la televisión mientras que mi mujer se bañaba, para enseguida él también ir a bañarse. Mientras Rafael se bañaba mi esposa empezó a vestirse, pues tenía hambre y además les faltaba por visitar algunos otros sitios antes de volver. El domingo por la tarde regresaron a la ciudad y mi esposa invito a Rafael a pasar a la casa en donde antes de despedirse le volvió a echar un polvo rapidito a mi esposa quien solo bajo su pantalón y ofreció sus nalgas para que flexionando la cintura él pudiera meterle la polla y meterle y sacarle la polla con fuerza para correrse rápidamente, luego mi esposa se acomodó la ropa y salió a despedirlo, después se preparó para volver a nuestra ciudad.