Amalia en Benidorm - Relatos Eróticos

Amalia en Benidorm

... cual aumentó cuando Rafael con la mano que le quedaba libre comenzó a tocar sus inflamados pezones, logrando así que ella alcanzara otro orgasmo que la hizo gritar de placer, Rafael sin embargo no se detuvo, sino que por el contrario siguió rozando los pezones de mi mujer y tocándole la pipa con la palma de la mano para meterle dos dedos en el chocho al mismo tiempo logrando así que mi esposa experimentará otro orgasmo, pero mucho más intenso que el anterior y que también la hizo gritar después del cual le saco la polla del culo y se la dejaron ir hasta el fondo del coño de un solo golpe, haciéndola gemir placenteramente al sentir nuevamente la polla dentro. Después de darle unos cuanto palmotazos en el coño a mi esposa, Rafael le pidió que se montara sobre su polla y se recostara sobre su pecho para poder acariciarle las nalgas, al mismo tiempo que ella moviendo su cintura se clavaba toda la polla en su culo, Rafael sobaba las nalgas de mi mujer y le mamaba las tetas, dándole así un increíble placer, que gemía placenteramente y le pedía a Rafael que no paraba de acariciarla y de mamarle las tetas mientras ella seguía frotando su pipa contra la pelambrera de Rafael al mismo tiempo se la saco del culo y se la metió en el coño. Luego de un buen rato de estar gozando en esa posición, Rafael le pidió a mi esposa que se coloca a cuatro patas, ya que sentía que no resistiría mucho antes de correrse. Mi esposa acepto y se colocó en la posición solicitada por ofreciendo así sus ...

... carnosas nalgas a la vista y a la polla de Rafael, quien se colocó detrás de ella y se la clavó hasta el fondo comenzando inmediatamente un frenético movimiento de entrada y salida que hizo gozar intensamente a mi mujer, al grado de provocarle casi inmediatamente un nuevo orgasmo, tras el cual ella le pidió que ya se viniera pues ya estaba deseosa de recibir su caliente chorro de leche. Mi mujer al sentir la tibia leche de Rafael en el interior de su coño tuvo también un prolongado orgasmo que la dejó totalmente satisfecha, después de que ambos llegaron al clímax, se dejaron caer sobre la cama, quedando mi esposa boca abajo y Rafael sobre su espalda, hasta que por sí sola la polla se salió del coño, entonces él se colocó a un lado de ella, quien continuaba boca abajo sobre la cama y empezó a recorrer el cuerpo acariciándola suavemente, después de descansar un rato se dirigieron al baño para ducharse antes de dormir. Al día siguiente después de desayunar se fueron a visitar los lugares de interés que habían planeado la noche anterior, volviendo al hotel para comer a media tarde, después de comer descansaron un rato y como faltaban algunas decidieron salir a pasear un rato por las cercanías del hotel, mi esposa pensó en que esa noche deseaba que la relación fuera mejor que la de la noche anterior y se compró un vestido que vio en una tienda cercana, con el cual se veía sumamente bella y sensual. Ya de regreso en el hotel mi esposa se dio un baño pues con la caminada había sudado y ...