1. Coincidencias


    Fecha: 04/10/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: XAVIA, Fuente: CuentoRelatos

    ... hacia Carla fugazmente antes de preguntarme: -¿Quieres acompañarme? Otra vez aquel brillo en la mirada, aquel gesto de necesidad. Asentí sin verbalizarlo. Vi que le quedaba poca bebida, así que le serví otra. Diez minutos después Carla se largaba cabreadísima. ¿Quién es la vieja, tú madre? me había escupido con todo el desdén que fue capaz cuando le anuncié que había quedado con la chica que había venido a buscarme. Paseamos juntos hasta casa, agarrados como dos enamorados desde la primera esquina, sin importarnos quién pudiera vernos. Hablamos poco durante el trayecto, pero me confesó que me echaba mucho de menos. Yo también quiero estar contigo pero necesito saber a qué atenerme. *** La segunda fase de nuestra relación duró hasta otoño. Pasamos el verano juntos, considerándonos pareja pero sin hacerlo público pues la diferencia de edad la incomodaba más a ella que a mí. Decía que el entorno, el vecindario principalmente, la consideraría una asalta cunas. Me hizo gracia el comentario, pues ese mismo entorno hubiera visto a un hombre maduro con una jovencita como a un triunfador, pero ella no quería dar explicaciones ni aguantar miradas y comentarios incómodos. Así, volvimos a las andadas, mensajes de texto citándonos para encuentros rápidos entre semana, exceptuando los martes en que dábamos rienda suelta a nuestro apetito amándonos con calma, haciendo el amor. Agosto supuso un punto de inflexión pues Iván marchó con su padre para pasar con él la segunda quincena, por lo ...
    ... que Maite y yo tuvimos más tiempo para estar juntos. Fui yo el que planteó realizar una escapada. Económica, pues sus limitados ingresos no le permitían grandes dispendios, los míos eran más exiguos pero eran suficientes para cubrir mis gastos, así que alquilamos una habitación de hotel en la Costa Brava. Oficialmente marché con amigos de la universidad, pues mi madre ya comenzaba a preguntar demasiado, consciente de que yo tenía algo parecido a una pareja, pero no solté prenda. Tener que trabajar dos noches a la semana nos obligó a volver el viernes por la tarde, para irnos de nuevo el domingo a medio día y vivir la segunda parte de nuestra luna de miel, así la definí yo, en otro alojamiento. Aquella quincena descubrí una faceta de Maite que me sorprendió inicialmente, pero que me encantó cuando la pusimos en práctica. La aparentemente conservadora mujer era una exhibicionista consumada. Nunca lo había puesto en práctica de modo tan descarado, aunque ya de joven descubrió que le gustaba ser observada. Con su marido no se atrevió a jugar pero conmigo daba rienda suelta a su faceta más festiva. Llegar al primer hotel y notar las sorprendidas miradas de los tres recepcionistas cuando la vieron aparecer con una pareja mucho más joven le encantó. Me envidian, sentenció orgullosa refiriéndose a dos de las mujeres que nos atendieron la primera tarde. No será para tanto, respondí, añadiendo que eran los hombres del lugar los que me envidiaban pues me estaba calzando a la tía más ...
«12...171819...27»