1. Sexo en la oficina (1)


    Fecha: 13/06/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... preguntas de mi esposo me puse una chamarra larga que me tapaba todo lo que yo quería enseñar, misma que me quite al llegar a la oficina. Cuando mi jefe llegó, como de costumbre me levante de mi escritorio para abrirle la puerta, su libidinosa mirada, como también ya era costumbre, recorrió mi cuerpo de pies a cabeza, pasaron varios minutos cuando sonó mi extensión telefónica, era él pidiéndome que pasara a su oficina, al entrar me dijo que "Que guapa lucia", yo coqueta me di una vuelta completa para que pudiera verme, su comentario me sorprendió un poco al decirme era verdad lo que le había dicho el viernes pasado durante la comida refiriéndose a lo pequeñito de mi ropa intima, sentí un poco de pena pero al mismo tiempo mi vulva empezó a palpitarme como si ahí tuviera el corazón, había logrado que se fijara en la forma y el minúsculo tamaño de mis pantaletitas y brassiere. Se levantó del sillón y tomándome por los brazos intento besarme en la boca, voltee la cara diciéndole que alguien nos podía ver, él insistió aclarándome que nadie podía entrar a la oficina sin que él oprimiera el botón que abre la chapa una vez activado ese sistema, esta vez me deje dar el beso el cual correspondí un tanto avergonzada pensando en que le estaba siendo infiel a mi esposo, pero la pasión era mayor que la razón entregándome con desenfreno a los labios de mi jefe quien mientras me besaba repegaba su "bulto" en mi vientre y sus manos rodeaban mi cintura, yo le abrazaba por el cuello sin ...
    ... retirar mi pelvis de aquel "bulto" que se sentía enorme, quise irme fingiendo una actitud púdica y di media vuelta, mi jefe me sujeto por la cintura estando de espaldas a él, diciéndome no sé que tantas cosas pero lo único en que podía pensar en ese momento era en el gran "bulto" que se repegaba contra mis nalgas haciendo discretas frotaciones que me volvían loca de lujuria, ya que desde que me casé solo había sentido la erecta verga de mi esposo en semejantes condiciones, sus manos acariciaban suavemente mi abdomen y me besaba en los iodos y en las mejillas, yo estaba extasiada sintiendo su erección en mis nalgas. Le pedí que dejáramos el cachondeo para mas tarde pues temía que alguien se diera cuentas que ya me había tardado mucho en su oficina y sospechara lo que estaba pasando, me retire a mi lugar y al caminar sentí de inmediato la humedad de mi vagina que ya mojaba mis calzoncitos, la vulva me latía a mas no poder y un temblorcillo nervioso se apodero del interior de mi cuerpo, me senté en mi escritorio recordando sus besos pero principalmente en el tamaño que debía de tener su miembro viril pues aquel "bulto" que pude sentir en mi vientre y en mis nalgas era enorme. Había pasado media hora y debía entrar a su oficina para entregarle una correspondencia que había llegado, me templaban las piernas al pararme frente a la puerta, toqué advirtiéndole de mi presencia, abrió la puerta desde el escritorio y pasé, mi jefe ya estaba de pie, fue inevitable dirigir mis ojos a su "bulto" ...