¿QUÉ ES LO QUE ESPERO? - Relatos Eróticos

¿QUÉ ES LO QUE ESPERO?

... introduces un dedo o tu pene dentro de mi ser y acaricias mi próstata me vas a dar un orgasmo increíble. Además, psicológicamente disfruto muchísimo con juegos, caricias y besos en el caso de que me excites lo suficiente. Todo esto parece muy fácil de entender así dicho, pero la confusión de aquel chico era igualmente comprensible: por un lado era la primera vez que estaba con una persona que le atraía físicamente y compartía muchos de sus gustos, pero por otro lado sentía que estaba navegando en aguas totalmente extrañas, y si eso puede agobiarte cuando eres un adulto, imagínate cuando estás en tu primer año de carrera.Tras tener una larga conversación, le dije lo que yo creía que era mejor: yo le haría lo que cualquier novia, pero él podía hacerme lo que considerase más adecuado, lo que sintiese en ese momento. Incluso podía no tocarme, pero le pedía que fuera sincero consigo mismo y que se dejase llevar por lo que su corazón (o su pene) le indicase. A él le pareció bien y a mí me alivió saber que al menos no iba a tener que seguir viendo todo el rato a mi proyecto de novio con los pantalones puestos.La cosa fue bastante bien. Íbamos despacio porque nos estábamos descubriendo, pero debo decir que disfrutábamos muchísimo y que aquellos encuentros sexuales hacían que nuestro tiempo juntos (paseando, saliendo de discotecas, charlando) fuese mucho mejor. Entre nosotros se estableció una cierta complicidad que nunca antes había experimentado, y que creo que él también compartió. ...

... Yo solía masturbarle al principio, y él tan solo me besaba, pero poco a poco se fue lanzando y empezó a besar mis nalgas y a lamer mi ano, incluso darme algún azote cómplice en las cachas. Yo me sentí muy segura, de tal modo que empecé a practicarle sexo oral, y él respondió introduciendo su dedo en mi ano; al principio era más morboso que realmente placentero, hasta que cogió algo de práctica y empezó a volverme loca. Yo pagué sus cariños dejando que se descargara en mi boca, que es una cosa que siempre me ha excitado si el chico realmente me gusta.La cosa avanzaba bien, y yo imaginaba que el día menos pensado querría que lo hiciéramos. Me daba algo de miedo, la verdad, pero al mismo tiempo fantaseaba con su cuerpo colocado sobre el mío, con poder sentir su hombría dentro de mí y estremecerme mientras me agarraba. Si no hubiese sido tan tímida por aquel entonces, me habría lanzado abiertamente, pero el hecho es que me daba vergüenza parecer muy ansiosa, así que seguí con mis juegos a la espera de lo que él hacía.Lo que hizo me cogió totalmente por sorpresa. Él acababa de correrse, y yo estaba sobre él, esperando que me lamiera como últimamente hacía. Sin embargo, de repente, noté como su boca iba moviéndose hacia mi entrepierna. Nunca he tenido demasiado vello, así que siempre he tenido mi sexo depilado, pero él jamás le había prestado atención, o eso creía yo, pues ese día se dejó llevar y me hizo la que fue mi primera felación. Técnicamente no debió ser gran cosa, pero en ...