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La excursion naval
Fecha: 18/11/2025, Categorías: No Consentido Autor: ALIPEDROSA, Fuente: TodoRelatos
... estaban de espaldas, se sentían observadas. Luego cubrieron sus pechos colocándose la parte superior del bikini y ahora venía la peor parte…tras unos segundos de duda, Patri fue la primera en agarrar el elástico de sus braguitas y comenzar a bajarlas, dejando a la vista su generoso trasero. Todo lo rápido que pudo, se colocó la parte de abajo del bikini y respiró aliviada. Era el turno de Gema, que, a pesar de tener más edad, era más indecisa, pero el miedo y la presión pudieron con ella y también agarró sus braguitas y comenzó a bajárselas, quedando al descubierto un culito espléndido. También tan rápido como pudo se colocó la braguita del bikini y ambas se dieron la mano y se dieron la vuelta. -Bien señoritas, lo han hecho muy bien. -Hemos disfrutado el espectáculo, decían en plan burlón. -Vamos arriba señoritas, nos están esperando y se están demorando mucho. Las dos chicas obedecieron y se dispusieron a salir del camarote, pensando que les esperaría allí arriba, pero por el camino, mientras subían las escaleras, tuvieron que soportar palmadas en sus nalgas por parte de los dos gorilas. -Menudos culitos tenéis jajaja -¿Has visto que duro lo tiene la rubia? -Si si… el de la morena está más blandito, pero yo no lo rechazaría jajaja Cuando llegaron a cubierta, su sorpresa fue encontrar a los 4 árabes sentados en una amplia mesa redonda dispuestos a comer. Fueron invitadas a sentarse en las 2 sillas libres que había, separadas una de la otra e ...
... intercaladas entre los hombres. Las sillas eran cómodas y el techado del barco les cubría del sol, y de no ser por las desgraciadas circunstancias, aquello sería un almuerzo de ensueño. El barco no paraba de navegar desde el mismo momento en que ellas subieron al barco. No sabían en que dirección, pero de buen seguro estaban ya bien lejos de tierra firme. Sin embargo, a pesar de la navegación, el yate era lo suficientemente estable para poder comer sin grandes vaivenes. Enseguida aparecieron dos personas con bandejas de comida, una de ellas era una mujer, con su cabello cubierto. Lo que se veía de ella mostraba que era joven y bella, pero su rostro era completamente impasible, sin el más mínimo gesto y sin cruzar mirada con ninguno de los comensales, tampoco con ellas. Por un lado, les dio cierta esperanza saber que al menos había otra mujer a bordo, aunque tampoco podían esperar mucho de ella. También debería haber más tripulantes en el barco, al menos en el puente de mando gobernando la navegación. La comida fue todo lo buena que se podía esperar, Gema y Patricia no comieron demasiado, dado que el miedo las había cerrado sus estómagos. Ellos si comieron bien y también bebieron, pero solo agua y refrescos, cosa que les resultó extraña hasta que se dieron cuenta que se trataba de árabes. El almuerzo transcurrió sin más incidencias que alguna que otra miraba lasciva a sus pechos o alguna mano colocada en sus piernas en alguna ocasión mientras las animaban a tomar ...