1. La excursion naval


    Fecha: 18/11/2025, Categorías: No Consentido Autor: ALIPEDROSA, Fuente: TodoRelatos

    ... El viaje además había causado cierto mareo a las chicas, que se tambaleaban en la lancha mientras intentaban subir por la escalerilla que desde el yate les habían tendido.
    
    Y ya en ese momento empezaron a suceder cosas extrañas. Gema hacía esfuerzos por no caer mareada y tampoco quería vomitar y romper tan pronto esa magia. Entonces el chico la ayudó a subir poniendo su mano en su trasero y manteniéndola allí todo el tiempo sobándola el culo mientras alcanzaba la cubierta del barco.
    
    Luego bajó de nuevo a por Patri, que había visto la escena con su amiga. Ella quiso evitar la misma situación, pero la mano del hombre fue directamente también a su culo y fue manoseada hasta juntarse con Gema en el suelo de la cubierta.
    
    Gema no había podido evitar vomitar. El mareo de la lancha había podido con ella y allí permanecían juntas en el suelo al lado de sus bolsas de playa, intentando recuperarse, sin percatarse aún que el chico que las había acompañado en la lancha había tomado el bote de nuevo de regreso al puerto. Se habían quedado allí solas en el barco.
    
    El otro chico esperaba aún en tierra cuando la lancha con su amigo regresó. El piloto de la lancha les dio un sobre mientras desembarcaba y se despedían.
    
    -Hasta la próxima amigos, salam malecum.
    
    -Os lleváis lo mejorcito de la isla, un placer hacer negocio con ustedes.
    
    Mientras en el barco las chicas se recuperaban del mareo y un par de hombres altos vestidos de negro, parecidos a los guardianes de las películas, ...
    ... vinieron a su encuentro. En casi perfecto castellano, pero acento árabe se dirigieron a ellas.
    
    -Señoritas levántense y acompáñennos.
    
    -¿Dónde está Roberto?, preguntó Patricia.
    
    No obtuvo respuesta, tan solo un gesto con la mano para que se levantasen y se apresuraran. Entraron dentro del barco, mucho más amplio de lo imaginable y bajaron unas escaleras que conducía a una sala y al fondo, una puerta que el hombre abrió y donde ambas chicas entraron. Una vez dentro, los hombres hablaron de nuevo:
    
    -Que tengan una feliz estancia en el barco señoritas, su amigo regresó ya a la isla. Espero que no den problemas y todo irá bien. Por lo pronto, entréguenme sus bolsas.
    
    -¿Qué sucede, por qué Roberto se fue? ¿por qué tenemos que darle nuestra bolsa?
    
    -Obedezcan y todo irá mejor.
    
    Gema y Patricia se disponían a entregar sus bolsas playeras con sus toallas y ropas de baño, no sin antes rebuscar en las mismas sus carteras y sus teléfonos.
    
    -Su cartera y sus móviles también, venga rápido.
    
    -También sus relojes electrónicos, añadió el otro hombre.
    
    Tras quitarles sus pertenencias, los hombres abandonaron el camarote y dejaron allí a las chicas, que se apresuraron a comprobar la puerta. Efectivamente estaban encerradas.
    
    Gema y Patricia comenzaron a estar asustadas. De pronto se veían solas en aquel yate enorme, sin nadie conocido, las habían quitado sus cosas, no podían comunicarse con nadie y tampoco nadie sabía que estaban allí, salvo sus dos amigos que las habían ...
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